El drenaje linfático manual es una técnica de fisioterapia que mejora la circulación de la linfa y alivia síntomas como hinchazón, pesadez o retención de líquidos. En este artículo del Centro Médico Deportivo Pérez Frías, descubrirás sus beneficios, aplicaciones clínicas y cuándo acudir al especialista.

El auge del drenaje linfático manual

En los últimos años, el drenaje linfático manual ha pasado de ser un tratamiento poco conocido a convertirse en una de las herramientas más eficaces y demandadas dentro de la fisioterapia.

El ritmo de vida actual, marcado por el estrés y el sedentarismo, afecta directamente al sistema linfático, que es esencial para mantener el equilibrio de líquidos y defender al organismo frente a agentes externos. Cuando este sistema se ralentiza, aparecen síntomas como piernas pesadas, cansancio, retención de líquidos o molestias tras una cirugía.

El sistema linfático y su función

El sistema linfático funciona como un auténtico mecanismo de limpieza y defensa. Su misión es recoger los desechos que no puede gestionar el sistema venoso, transportar la linfa —un líquido claro lleno de células defensivas— y mantener el equilibrio de fluidos en los tejidos.

Cuando se ve comprometido, surge el edema, una acumulación de líquido que puede resultar muy incómoda. El drenaje linfático manual actúa precisamente sobre este problema, estimulando de manera suave y específica los vasos y ganglios linfáticos para favorecer su función natural.

Cómo se realiza el drenaje linfático

A diferencia de otros masajes, el drenaje linfático no busca trabajar la musculatura ni aplicar presión intensa. Se realiza con maniobras lentas, rítmicas y precisas que activan la “bomba natural” del organismo.

Por ello, requiere un conocimiento profundo de la anatomía y de la fisiopatología del edema, y debe ser siempre aplicado por un fisioterapeuta especializado. No se trata de un masaje estético, sino de un tratamiento terapéutico que se adapta al estado de cada paciente y que, en determinadas condiciones, incluso puede estar contraindicado.

Aplicaciones clínicas más frecuentes

El drenaje linfático tiene múltiples aplicaciones en fisioterapia. Es fundamental en casos de linfedema, tanto primario como secundario, donde ayuda a reducir el volumen del miembro afectado y mejora la calidad de vida.

También resulta muy útil en edemas postquirúrgicos, frecuentes tras intervenciones como liposucciones, abdominoplastias o prótesis de rodilla y cadera, ya que acelera la recuperación y disminuye el dolor. En el ámbito postraumático, favorece la reabsorción natural del edema tras esguinces, fracturas o contusiones.

Más allá de estas situaciones, es un recurso eficaz para quienes sufren retención de líquidos o sensación de piernas cansadas, especialmente en personas con insuficiencia venosa o largas jornadas de pie.

Incluso en enfermedades reumatológicas como la fibromialgia, contribuye a aliviar la pesadez y mejorar el descanso. Durante el embarazo, cuando la hinchazón en piernas y tobillos es habitual, el drenaje linfático manual proporciona un gran alivio y mejora el confort de la gestante.

Señales de que puede ser el momento adecuado

Existen situaciones concretas en las que el drenaje linfático manual resulta especialmente recomendable. Algunas de las más habituales son:

  • Hinchazón persistente en piernas, tobillos o brazos.
  • Recuperación lenta tras una cirugía.
  • Sensación de pesadez o cansancio en las piernas.
  • Retención de líquidos habitual.
  • Inflamación tras un traumatismo.
  • Diagnóstico médico de linfedema.

En cualquiera de estos casos, lo recomendable es acudir cuanto antes a un fisioterapeuta especializado. Un tratamiento temprano con drenaje linfático puede mejorar los síntomas y facilitar una recuperación más rápida y segura.

Beneficios del drenaje linfático

El drenaje linfático manual contribuye de manera significativa a reducir el edema y aliviar la sensación de pesadez, lo que se traduce en una mejora notable de la movilidad y en una disminución del dolor.

También acelera la recuperación tras cirugías o traumatismos, favoreciendo que los tejidos se desinflamen antes y que el paciente pueda reincorporarse con mayor rapidez a sus actividades habituales. Más allá de los efectos físicos, este tratamiento genera una sensación general de bienestar y relajación que repercute directamente en la calidad de vida.

Muchos pacientes destacan además que duermen mejor, que sus piernas se sienten más ligeras y que pueden retomar actividades que antes les resultaban incómodas. En algunos casos, incluso señalan que el drenaje linfático les ayuda a mantener una mayor energía durante el día y a reducir la fatiga asociada a la retención de líquidos o a procesos inflamatorios crónicos.

Drenaje linfático en Málaga

En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías (Málaga), el drenaje linfático se aborda de manera integral. Los fisioterapeutas combinan esta técnica con vendajes compresivos, presoterapia, ejercicio terapéutico y recomendaciones de hábitos de vida, lo que permite mantener los resultados a largo plazo y garantizar un tratamiento seguro y personalizado.

El drenaje linfático manual es mucho más que una técnica: es una herramienta terapéutica que puede marcar la diferencia en la recuperación y el bienestar de muchas personas. Si notas síntomas persistentes, acabas de pasar por una cirugía o simplemente quieres mejorar tu calidad de vida, acudir a un especialista en fisioterapia es el paso más adecuado.

En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías, en Málaga, encontrarás un equipo preparado para acompañarte en cada etapa del proceso.

El dolor lumbar que irradia hacia la pierna es una de las causas de consulta más habituales en fisioterapia. Muchas personas llegan a nuestra clínica convencidas de que sufren ciática, cuando en realidad presentan un síndrome piramidal, una afección muy similar en síntomas, pero con un origen completamente distinto.

Aunque ambas pueden provocar molestias en el glúteo y la pierna, conocer sus diferencias es clave para aplicar el tratamiento adecuado y recuperar la calidad de vida lo antes posible.

En este artículo te explicamos de manera clara cómo identificar cada caso, en qué se diferencian y qué abordaje realizamos desde la fisioterapia en el Centro Médico Pérez Frías, tu clínica de referencia en Málaga para el tratamiento del dolor lumbar y las lesiones musculoesqueléticas.

¿Qué es exactamente la ciática?

La conocida “ciática” no es una lesión concreta, sino un conjunto de síntomas provocados por la irritación o compresión del nervio ciático, el más largo y grueso del cuerpo humano. Este nervio nace en la región lumbar (entre las vértebras L4 y S3), atraviesa el glúteo, recorre la parte posterior de la pierna y llega hasta el pie.

Cuando sufre presión en alguno de sus segmentos, aparecen síntomas muy característicos:

  • Dolor lumbar irradiado hacia la parte posterior de la pierna
  • Hormigueo o sensación de “pinchazos”
  • Descargas eléctricas
  • Entumecimiento
  • Debilidad muscular

La causa más frecuente es una hernia o protrusión discal que comprime una raíz nerviosa, aunque también puede originarse por estenosis de canal, espondilolistesis, artrosis avanzada o procesos inflamatorios. Por tanto, su origen está en la columna vertebral, y el tratamiento debe orientarse tanto al control del dolor como a la descompresión de las estructuras afectadas.

¿Qué es el síndrome piramidal?

El síndrome piramidal, también llamado síndrome del piriforme o incluso “falsa ciática”, aparece cuando el músculo piramidal —ubicado en profundidad bajo el glúteo— aumenta su tensión o se inflama. Esta contractura puede rozar o comprimir el nervio ciático debido a su proximidad anatómica, generando un dolor que se confunde fácilmente con la ciática clásica.

Sus síntomas más habituales son:

  • Dolor profundo y localizado en el glúteo
  • Irradiación hacia la parte posterior del muslo
  • Molestias al permanecer sentado mucho tiempo
  • Dolor al cruzar las piernas
  • Sensación de tensión en la pelvis o la cadera

Aparece con frecuencia en personas que pasan muchas horas sentadas, corredores, atletas o personas que realizan movimientos repetitivos sin compensar la musculatura.

La principal diferencia: el origen no está en la columna, sino en un músculo contracturado.

¿Cómo se producen?

Origen de la ciática

Su mecanismo suele seguir esta secuencia:

  1. El disco intervertebral se protruye o se hernia.
  2. La hernia comprime una raíz nerviosa.
  3. Se genera un proceso inflamatorio.
  4. Aparece dolor irradiado acompañado de síntomas neurológicos.

Otros factores como traumatismos, artrosis o un canal lumbar estrecho también pueden desencadenarla.

Origen del síndrome piramidal

En este caso, el mecanismo es distinto:

  1. El músculo piramidal se sobrecarga por sedentarismo, mala postura, movimientos repetitivos o deporte intenso.
  2. El músculo aumenta su tensión y volumen.
  3. Ese aumento de tono comprime el nervio ciático en la zona glútea.
  4. Aparece dolor irradiado, pero sin lesión lumbar.

En resumen: la ciática es un problema estructural lumbar; el síndrome piramidal es un problema muscular.

¿Cómo diferenciar la ciática del síndrome piramidal?

Aunque los síntomas pueden confundirse, hay señales claras que nos permiten distinguir cada cuadro:

1. Localización del dolor

  • Ciática: comienza en la zona lumbar y baja por la parte posterior de la pierna.
  • Síndrome piramidal: se concentra en el glúteo y puede irradiarse al muslo.

2. Actividades que lo empeoran

  • Ciática: empeora al toser, estornudar o mantenerse de pie mucho tiempo.
  • Síndrome piramidal: empeora al estar sentado, correr o subir escaleras.

3. Movimientos desencadenantes

  • Ciática: movimientos que comprimen la columna, como flexionar el tronco.
  • Síndrome piramidal: cruzar las piernas o rotar la cadera hacia fuera aumenta el dolor.

4. Exploración física

En consulta realizamos pruebas específicas:

  • Ciática: test de elevación de pierna recta (Lasègue) positivo.
  • Síndrome piramidal: test FAIR, Freiberg o palpación profunda del glúteo dolorosa.

5. Síntomas neurológicos

  • Ciática: puede haber pérdida de fuerza o alteración de la sensibilidad.
  • Síndrome piramidal: rara vez produce déficit neurológico.

Tratamiento fisioterapéutico de la ciática

El objetivo es disminuir la inflamación de la raíz nerviosa, reducir la compresión y mejorar la movilidad lumbar.

Las técnicas más habituales incluyen:

1. Movilización neural

Ejercicios suaves que favorecen el deslizamiento del nervio para reducir la irritación sin generar dolor.

2. Terapia manual

Movilizaciones articulares, técnicas de descompresión, masaje terapéutico y liberación de musculatura lumbar, glúteos e isquiotibiales.

3. Ejercicios de estabilización lumbar

Fortalecimiento de core, abdominales profundos y musculatura estabilizadora para mejorar el soporte de la columna.

4. Educación postural

Enseñar al paciente a moverse correctamente es fundamental para evitar recaídas.

5. Calor y electroterapia

Útiles en fases iniciales como complemento.

Tratamiento del síndrome piramidal

Aquí el trabajo se centra en relajar el músculo piramidal y equilibrar la musculatura glútea.

1. Liberación del músculo piramidal

Técnicas manuales profundas, masaje miofascial o presión en puntos gatillo.

2. Estiramientos específicos

Reducen la tensión y la presión sobre el nervio ciático.

3. Fortalecimiento del glúteo

Activar glúteo medio y mayor es clave para que el piramidal deje de trabajar en exceso.

4. Movilización de cadera y pelvis

Ayuda a restaurar patrones de movimiento eficientes.

5. Automasaje y calor local

Perfectos para mantener el progreso entre sesiones.

¿Cuándo ir al fisioterapeuta?

Siempre que haya dolor irradiado hacia la pierna, sensación de corriente, adormecimiento, molestias glúteas persistentes o dificultad para caminar o permanecer sentado. Cuanto antes se inicie el tratamiento, más rápida será la recuperación y menor el riesgo de cronificación.

En el Centro Médico Pérez Frías (Málaga) realizamos una valoración exhaustiva para diferenciar de forma precisa si se trata de ciática o síndrome piramidal, y diseñamos un tratamiento personalizado que te ayude a recuperar tu bienestar de manera segura y eficaz.

Si estás experimentando dolor o tienes dudas sobre tu diagnóstico, estaremos encantados de ayudarte.

La fisioterapia moderna ha experimentado un gran avance en los últimos años. Ya no se limita únicamente a masajes o ejercicios de rehabilitación, sino que incorpora técnicas innovadoras que permiten acelerar la recuperación, aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Una de las terapias más destacadas en este campo es la terapia con ondas de choque, un tratamiento no invasivo que ha demostrado excelentes resultados tanto en deportistas profesionales como en personas con lesiones crónicas.

En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías en Málaga, aplicamos esta técnica de manera habitual, obteniendo mejoras significativas en pacientes que buscan volver a moverse sin dolor y recuperar su funcionalidad en el menor tiempo posible.

¿Qué son las ondas de choque?

Las ondas de choque son impulsos acústicos de alta energía que se aplican de forma localizada sobre el tejido lesionado. Aunque el término pueda sonar agresivo, se trata de un procedimiento totalmente seguro y no invasivo. Su eficacia radica en que estas ondas generan un efecto mecánico y biológico en los tejidos, estimulando procesos naturales de reparación que, en ocasiones, el cuerpo no logra activar por sí mismo.

En términos fisiológicos, las ondas de choque ayudan a:

  • Romper depósitos de calcio en tendones y articulaciones.
  • Mejorar la vascularización de la zona afectada.
  • Estimular la actividad de las células encargadas de la regeneración.

De esta manera, se convierten en una herramienta clave para tratar lesiones resistentes a otros tratamientos convencionales.

¿Cómo actúan las ondas de choque en el cuerpo?

Cuando se aplican sobre una zona lesionada, las ondas de choque producen una microestimulación que desencadena varios efectos beneficiosos:

  1. Aumento del flujo sanguíneo: se forman nuevos capilares, lo que mejora la oxigenación y nutrición del tejido.
  2. Estimulación celular: se activan fibroblastos y osteoblastos, esenciales en la reparación de tejidos blandos y hueso.
  3. Efecto analgésico: modulan la transmisión del dolor a nivel neurológico y reducen la tensión muscular.
  4. Disolución de calcificaciones: fragmentan depósitos de calcio, facilitando su reabsorción.

Gracias a estos efectos, la terapia con ondas de choque acelera la curación, especialmente en lesiones crónicas o de difícil recuperación.

Lesiones que se benefician de la terapia con ondas de choque

En el ámbito de la fisioterapia, las ondas de choque se utilizan en una amplia variedad de patologías músculo-esqueléticas. En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías en Málaga tratamos con frecuencia:

  • Tendinopatías crónicas (tendinitis rotuliana, tendón de Aquiles, manguito rotador).
  • Fascitis plantar y espolón calcáneo, una de las dolencias más comunes en consulta.
  • Epicondilitis (codo de tenista o de golfista).
  • Dolor en el hombro por calcificaciones o síndrome subacromial.
  • Lesiones musculares persistentes que no terminan de cicatrizar.
  • Bursitis y otras inflamaciones articulares crónicas.

En el ámbito deportivo, esta técnica es especialmente útil para reducir los tiempos de recuperación tras entrenamientos intensos o microlesiones repetitivas.

¿Cómo es una sesión de ondas de choque?

Muchos pacientes preguntan si el tratamiento es doloroso. La respuesta depende de la sensibilidad de la zona y del tipo de lesión, pero en general se trata de una molestia tolerable.

Una sesión típica dura entre 10 y 20 minutos y no requiere anestesia ni reposo posterior. El procedimiento consiste en aplicar un gel conductor sobre la piel y colocar la pieza de mano del dispositivo en la zona a tratar. A partir de ahí, se emiten las ondas de choque con la intensidad y frecuencia adecuadas a cada paciente.

Tras la sesión, puede aparecer un ligero enrojecimiento o sensación de fatiga muscular, que desaparece en poco tiempo. Lo más relevante es que los resultados suelen notarse desde las primeras aplicaciones.

Beneficios frente a otros tratamientos

La gran ventaja de las ondas de choque es que actúan directamente sobre la causa del dolor y no únicamente sobre el síntoma. A diferencia de los antiinflamatorios o las infiltraciones, que pueden tener efectos secundarios, esta técnica estimula la recuperación natural del organismo sin dañar los tejidos ni alterar la química corporal.

Entre sus principales beneficios destacan:

  • Reducción del uso de fármacos.
  • Evitar, en muchos casos, la necesidad de cirugía.
  • Recuperación más rápida y duradera.
  • Tratamiento seguro y no invasivo.

Por estas razones, cada vez más fisioterapeutas y traumatólogos recomiendan la terapia con ondas de choque como primera opción en determinadas lesiones.

Evidencia científica y resultados en Málaga

La eficacia de las ondas de choque está respaldada por numerosos estudios clínicos. La Asociación Internacional para la Terapia con Ondas de Choque (ISMST) reconoce esta técnica como tratamiento de primera elección en patologías como las tendinopatías crónicas.

En nuestra experiencia en el Centro Médico Deportivo Pérez Frías, los resultados son muy positivos: pacientes que llevaban meses con dolor y limitaciones funcionales recuperan movilidad, fuerza y confianza en pocas semanas. Esto convierte a las ondas de choque en una herramienta fundamental dentro de la fisioterapia avanzada en Málaga.

Un tratamiento personalizado para cada paciente

El éxito de la terapia no depende únicamente de la tecnología, sino de un diagnóstico preciso y una planificación individualizada. En nuestro centro, los fisioterapeutas realizan una valoración completa antes de iniciar el tratamiento, ajustando la intensidad y frecuencia de las sesiones a cada caso.

Además, en muchos pacientes combinamos las ondas de choque con otras técnicas complementarias como la terapia manual, la punción seca o los ejercicios de readaptación funcional. Esta integración multiplica los beneficios y garantiza una recuperación más completa.

Conclusión: innovación y confianza en la fisioterapia moderna

Las ondas de choque representan un avance extraordinario en el campo de la fisioterapia. Son seguras, efectivas y respetuosas con los procesos naturales del cuerpo. En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías en Málaga, apostamos por esta tecnología porque creemos en una fisioterapia basada en la evidencia científica, la innovación y la atención personalizada.

Si sufres una lesión que no mejora con otros tratamientos o un dolor crónico que limita tu día a día, la terapia con ondas de choque puede ser la solución definitiva para recuperar tu bienestar y volver a disfrutar del movimiento sin dolor.

Ver a nuestros hijos disfrutar del deporte es una de las mayores alegrías para cualquier familia. Sin embargo, no es raro que, en plena etapa de crecimiento, empiecen a quejarse de dolor en los talones o en las rodillas, sobre todo después de entrenamientos o competiciones. Muchos padres piensan que se trata de los clásicos “dolores normales del crecimiento” y que desaparecerán con el tiempo.

La realidad es que, aunque son problemas relacionados con el crecimiento, no deberían normalizarse ni implicar renunciar a la práctica deportiva. En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías atendemos a diario a niños y adolescentes con estas molestias, y sabemos que con un tratamiento conservador, no invasivo y bien orientado, pueden seguir practicando deporte y crecer sin dolor.

Enfermedades de crecimiento en niños deportistas: más comunes de lo que parece

Durante la infancia y la adolescencia, el cuerpo crece de forma muy rápida: los huesos se alargan, los músculos se adaptan y las articulaciones se ajustan en cuestión de meses. Este proceso natural puede generar desequilibrios temporales entre huesos, tendones y músculos.

Cuando ese desequilibrio se combina con la práctica deportiva intensa —algo habitual en niños que entrenan varias veces por semana—, aparecen las llamadas enfermedades de crecimiento u osteocondrosis.

Las más frecuentes son:

  • Síndrome de Sever (dolor en el talón).
  • Enfermedad de Osgood-Schlatter (dolor en la rodilla).

Aunque sus nombres suenen complejos, ambas tienen un origen similar y, lo más importante, tienen solución.

Síndrome de Sever: dolor en el talón durante el crecimiento

El síndrome de Sever (apofisitis calcánea) es una inflamación en la zona donde el tendón de Aquiles se inserta en el hueso del talón. Es típico en niños de entre 8 y 13 años, sobre todo en deportes de carrera o salto como fútbol, baloncesto o atletismo.

Síntomas principales:

  • Dolor en la parte posterior del talón al correr o saltar.
  • Molestias al apoyar el pie por la mañana o tras reposo.
  • En muchos casos, afecta a ambos talones.

No es una lesión grave, pero sí muy molesta y puede limitar la actividad si no se trata adecuadamente.

Enfermedad de Osgood-Schlatter: dolor en la rodilla al crecer

La enfermedad de Osgood-Schlatter aparece cuando el tendón rotuliano tira con fuerza sobre la zona de crecimiento de la tibia. Es más habitual en niños de entre 10 y 15 años, especialmente en deportes con saltos, sprints o cambios de dirección.

Síntomas característicos:

  • Dolor en la parte baja de la rodilla, justo debajo de la rótula.
  • Molestias al correr, saltar, subir escaleras o arrodillarse.
  • En ocasiones, una pequeña prominencia ósea o inflamación visible.

Durante años se recomendaba simplemente “descansar”, pero hoy sabemos que existen tratamientos eficaces que permiten seguir practicando deporte sin dolor.

¿Por qué aparecen estas lesiones de crecimiento?

Las causas más habituales son:

  • Crecimiento rápido: los huesos se alargan más deprisa que músculos y tendones.
  • Sobrecarga repetitiva: entrenamientos intensos generan tracción continua.
  • Falta de flexibilidad o desequilibrios musculares.
  • Calzado inadecuado o superficies duras de entrenamiento.

No se trata de una enfermedad en sentido estricto, sino de una alteración del crecimiento normal que puede acompañarse y tratarse para evitar dolor y limitaciones.

Tratamiento conservador: crecer sin dolor y sin dejar el deporte

En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías abordamos estas patologías con un enfoque conservador y funcional. Nuestro objetivo es aliviar el dolor, favorecer un crecimiento equilibrado y mantener la práctica deportiva.

1. Valoración personalizada y educación

  • Análisis de postura, pisada, flexibilidad y fuerza muscular.
  • Explicación clara al niño y a la familia para entender el proceso y reducir miedos.

2. Terapia manual y flexibilización

  • Relajación de la musculatura sobrecargada.
  • Mejora de la movilidad articular y circulación.
  • Ejercicios de estiramiento adaptados para casa y entrenamientos.

3. Radiofrecuencia: tecnología no invasiva

  • Disminuye el dolor desde las primeras sesiones.
  • Mejora la vascularización y acelera la regeneración.
  • Técnica segura, indolora y adaptada a niños y adolescentes.

4. Acompañamiento y readaptación deportiva

  • Ajuste de cargas de entrenamiento.
  • Educación para escuchar al cuerpo y prevenir recaídas.

Crecer sin dolor y sin dejar el deporte

Durante años se asumió que estas dolencias eran inevitables. Hoy sabemos que, con un tratamiento adecuado, la mayoría de los niños con síndrome de Sever o Osgood-Schlatter evolucionan de forma excelente y pueden crecer sin secuelas ni limitaciones.

En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías contamos con fisioterapeutas especializados en crecimiento y deporte infantil. Con un enfoque no invasivo —radiofrecuencia, terapia manual, flexibilización y educación— ayudamos a que los niños crezcan sin dolor y sigan disfrutando del deporte.

📞 ¿Tu hijo se queja de dolor al hacer deporte? No esperes a que “se le pase”. Pide tu cita y deja que te ayudemos a cuidar de su crecimiento, sin renunciar a lo que más le gusta: moverse, jugar y disfrutar del deporte.

En ocasiones, el cuerpo nos envía señales difíciles de interpretar: molestias en la pelvis, dolor al sentarse, sensación de ardor o incluso alteraciones en la sensibilidad de la zona íntima. Muchos pacientes pasan meses —e incluso años— buscando respuestas sin saber que detrás de esos síntomas puede encontrarse un protagonista poco conocido pero muy importante: el nervio pudendo.

En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías queremos explicarte qué es este nervio, por qué puede irritarse o comprimirse y cómo la fisioterapia puede ayudarte con un abordaje conservador y no invasivo.

¿Qué es el nervio pudendo?

El nervio pudendo es un nervio mixto (motor y sensitivo) que nace en las raíces sacras (S2, S3 y S4). Recorre la pelvis hasta la zona perineal, inervando estructuras clave como el esfínter anal, los músculos del suelo pélvico y los genitales externos.

Gracias a él podemos controlar funciones básicas como la micción y la defecación, mantener relaciones sexuales sin dolor y percibir correctamente las sensaciones en la zona íntima. Cuando se irrita o se comprime, puede condicionar de forma importante la calidad de vida.

Compresión o irritación del nervio pudendo

La compresión del nervio pudendo (también llamada neuralgia pudenda) ocurre cuando este nervio se ve presionado en algún punto de su recorrido. Esto genera dolor, hormigueo, ardor o presión en la zona pélvica, perineal o genital.

Causas más frecuentes

  • Sobrecarga muscular en suelo pélvico o glúteos.
  • Cicatrices tras cirugías, partos o traumatismos.
  • Permanecer mucho tiempo sentado, sobre todo en superficies duras (muy común en ciclistas o trabajos sedentarios).
  • Alteraciones posturales que modifican la mecánica pélvica.
  • Procesos inflamatorios o intervenciones ginecológicas/uroginecológicas.

Uno de los puntos más habituales de compresión es el canal de Alcock, un túnel anatómico donde el nervio puede quedar atrapado.

Síntomas más habituales

Los síntomas pueden variar según la persona y el grado de afectación, pero hay signos comunes que deben ponernos en alerta:

  • Dolor o ardor en la zona perineal, anal, genital o pélvica.
  • Molestias que empeoran al sentarse y mejoran al ponerse de pie o al tumbarse.
  • Hormigueo, pinchazos o entumecimiento en la zona íntima.
  • Dolor durante o después de las relaciones sexuales.
  • Dificultad para mantener una postura prolongada.
  • En algunos casos, alteraciones leves del control esfinteriano o sensación de cuerpo extraño en el recto o la vagina.

Este cuadro puede afectar tanto a hombres como a mujeres y, aunque no siempre se diagnostica a la primera, es importante saber que la neuralgia del nervio pudendo tiene tratamiento y no siempre requiere cirugía.

Tratamiento desde la fisioterapia

En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías apostamos por un abordaje integral y no invasivo que combina distintas técnicas. El objetivo es liberar al nervio de la presión, reducir la inflamación y devolver el equilibrio muscular y postural a la pelvis.

1. Valoración global

El primer paso es una exploración completa: postura, tono muscular, hábitos de movimiento, antecedentes de lesiones o cirugías e incluso factores emocionales como el estrés. Con esa información diseñamos un plan adaptado a cada paciente.

2. Terapia manual

Mediante técnicas de liberación miofascial, neurodinamia y movilizaciones suaves trabajamos sobre la musculatura del suelo pélvico, glúteos y zona lumbosacra. El objetivo es reducir la tensión y “dar espacio” al nervio, mejorando su función.


3. Radiofrecuencia no invasiva

La radiofrecuencia genera un efecto térmico y bioestimulante en los tejidos. En el caso del nervio pudendo ayuda a:

  • Disminuir la inflamación.
  • Relajar la musculatura que lo rodea.
  • Favorecer la regeneración tisular.
  • Aliviar el dolor de forma progresiva.

Es un procedimiento indoloro, no invasivo y compatible con otras técnicas fisioterapéuticas.

4. Ejercicio terapéutico y reeducación postural

El trabajo activo es clave. Enseñamos al paciente a recuperar fuerza y control del suelo pélvico sin sobrecargarlo, además de corregir patrones posturales y respiratorios que puedan estar contribuyendo a la compresión del nervio. Aprender a moverse, sentarse y respirar correctamente puede marcar una gran diferencia en la recuperación.

La importancia de la educación y el guiado

El tratamiento no solo consiste en aplicar técnicas. También es fundamental que el paciente entienda qué ocurre y aprenda a identificar qué actividades o posturas pueden agravar los síntomas. La información y el acompañamiento son parte esencial de la recuperación.

En nuestro centro dedicamos tiempo a explicar cada paso del proceso, porque creemos que la educación empodera y acelera la mejoría.

Conclusión: el nervio pudendo sí tiene solución

La neuralgia o compresión del nervio pudendo puede ser una causa oculta de dolor pélvico tanto en hombres como en mujeres. Aunque los síntomas son molestos, existen soluciones eficaces desde la fisioterapia, sin necesidad de recurrir a cirugías.

Gracias a un abordaje integral que combina terapia manual, radiofrecuencia, ejercicio terapéutico y reeducación postural, es posible recuperar la funcionalidad y mejorar la calidad de vida.

¿Notas dolor pélvico o perineal y no sabes por qué? En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías contamos con fisioterapeutas especializados en suelo pélvico y neuralgia del nervio pudendo. Podemos ayudarte a identificar la causa y acompañarte en un proceso de recuperación eficaz y respetuoso con tu cuerpo.

Todos hemos sentido dolor en algún momento de nuestras vidas. Un tirón muscular, una contractura tras una mala postura, un golpe en el entrenamiento o incluso ese dolor de cabeza que aparece sin avisar.

El dolor, aunque incómodo e indeseado, no es nuestro enemigo. Muy al contrario: es una señal poderosa que nos envía el cuerpo para avisarnos de que algo no va bien y que merece atención.

Dolor: una señal del cuerpo que no debemos ignorar

El dolor no es solo una molestia pasajera, sino un lenguaje que utiliza nuestro organismo para comunicarse con nosotros. Igual que una alarma de humo nos avisa de un incendio, el dolor nos alerta de que existe un desequilibrio, una lesión o una disfunción que necesita ser atendida.

Silenciarlo sin más es como apagar la alarma sin buscar el fuego: puede que el problema siga ahí, creciendo en silencio. Comprender esta señal es el primer paso para actuar de forma consciente y preventiva.

Dolor agudo y crónico: diferencias clave y qué significan

El dolor agudo suele estar asociado a una causa concreta: una caída, una torcedura, una sobrecarga muscular. Es intenso, pero limitado en el tiempo, y desaparece cuando el tejido se recupera. El dolor crónico, en cambio, persiste más allá de tres meses y puede convertirse en un compañero constante, incluso cuando ya no existe daño físico evidente.

En estos casos, el sistema nervioso se mantiene en alerta, amplificando la señal de dolor y afectando no solo al cuerpo, sino también al estado emocional, al descanso y al rendimiento diario. Entender esta diferencia es esencial para elegir el tratamiento adecuado.

Por qué tapar el dolor no es la solución

En nuestra sociedad, la respuesta inmediata al dolor suele ser un analgésico. Aunque puede ser útil en momentos puntuales, recurrir siempre a esta vía es como poner un parche sobre un problema más profundo.

El riesgo es cronificar la molestia y enmascarar la causa real. El dolor no debe ser silenciado sin más: debe ser investigado, comprendido y tratado desde la raíz. Solo así se evita que una dolencia puntual se convierta en un problema crónico que limite la calidad de vida.

Dolor crónico: causas más frecuentes y cómo abordarlo

El dolor crónico puede tener múltiples orígenes:

  • Lesiones mal curadas o repetitivas
  • Estrés físico o emocional mantenido en el tiempo
  • Patrones posturales inadecuados
  • Estilo de vida sedentario
  • Alimentación inflamatoria o falta de descanso

En muchos casos, no existe una única causa, sino una combinación de factores que se retroalimentan. Por eso, el abordaje del dolor crónico debe ser global, teniendo en cuenta tanto lo físico como lo emocional y lo conductual. El objetivo no es solo aliviar el síntoma, sino recuperar el equilibrio del organismo.

Un enfoque integrativo para tratar el dolor

El tratamiento del dolor no puede limitarse a la zona que duele. Es necesario analizar cómo se mueve la persona, cómo duerme, cómo gestiona el estrés y qué hábitos pueden estar influyendo en su estado físico.

Este enfoque integrativo permite diseñar estrategias más eficaces y duraderas, que no solo alivien el dolor, sino que prevengan su reaparición. La clave está en escuchar al paciente en su totalidad, no solo en su síntoma.

El papel del fisioterapeuta y del médico en el tratamiento del dolor

El fisioterapeuta es capaz de detectar patrones de movimiento ineficientes, zonas de sobrecarga y descompensaciones que pueden derivar en dolor. A través de la terapia manual, el ejercicio terapéutico y la educación en dolor, guía al paciente en su recuperación.

El médico, por su parte, descarta causas orgánicas más complejas, prescribe pruebas complementarias y coordina el plan terapéutico. Juntos, forman un equipo que asegura un tratamiento completo y adaptado a cada caso.

Tratamiento personalizado y multidisciplinar del dolor

Cada persona experimenta el dolor de forma distinta. Lo que funciona para un paciente puede no ser útil para otro. Por eso, un enfoque multidisciplinar —que combine medicina, fisioterapia, psicología y nutrición— resulta fundamental. Este abordaje permite atender no solo al síntoma, sino también a los factores emocionales, conductuales y de estilo de vida que influyen en la percepción del dolor.

Prevención: hábitos que ayudan a reducir el dolor

Además de tratarlo, es esencial prevenirlo. Mantener una buena higiene postural, realizar ejercicio de forma regular, cuidar la alimentación, gestionar el estrés y dormir bien son pilares básicos para reducir el riesgo de dolor crónico. Educar al paciente en estos hábitos no solo mejora su recuperación, sino que le da herramientas para cuidar de su salud a largo plazo.

Conclusión: escucha el dolor, entiende su origen y actúa con conciencia

El dolor no es un enemigo, sino un mensaje del cuerpo. Detectar sus causas y abordarlas con un enfoque médico y fisioterapéutico integrativo es la clave para recuperar el bienestar y prevenir complicaciones futuras.

En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías creemos en una medicina cercana, humana y basada en el conocimiento, porque el camino hacia la salud empieza por escuchar al cuerpo y actuar con conciencia.

La menopausia y la premenopausia son etapas profundamente transformadoras en la vida de la mujer. Sin embargo, siguen siendo grandes desconocidas y, durante mucho tiempo, han estado rodeadas de tabúes. A menudo se reducen a una sola palabra: sofocos. Pero la realidad es que esta transición vital va mucho más allá.

En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías en Málaga, queremos abrir un espacio de diálogo, acompañamiento y apoyo para todas las mujeres que atraviesan esta etapa. Por eso, a partir del 26 de octubre, inauguramos el proyecto “Bienestar para tu nueva etapa”, del que te contaremos más al final de este artículo. Antes, hablemos de lo más importante: tú y tu cuerpo.

¿Qué es la premenopausia y la menopausia?

La premenopausia es el periodo de transición que puede comenzar varios años antes de la menopausia. Durante esta fase, los niveles hormonales —especialmente estrógenos y progesterona— fluctúan y el cuerpo empieza a experimentar cambios.

La menopausia, en cambio, se confirma cuando han pasado 12 meses consecutivos sin menstruación. Este proceso suele iniciarse alrededor de los 40-50 años, aunque varía en cada mujer. Algunas lo viven con naturalidad, otras con más dificultad, pero todas comparten una necesidad común: información, acompañamiento y herramientas de salud.

Mucho más que sofocos: síntomas frecuentes en la menopausia

Reducir la menopausia a los sofocos es simplificar una etapa compleja. Muchas mujeres experimentan síntomas que afectan su vida diaria en distintos niveles:

  • Fatiga constante: cansancio físico y mental que no mejora con el descanso.
  • Sarcopenia: pérdida progresiva de masa y fuerza muscular.
  • Dificultades cognitivas: problemas de concentración, olvidos frecuentes o niebla mental.
  • Cambios en la vida sexual: disminución de la libido, sequedad vaginal o dolor en las relaciones.
  • Alteraciones emocionales: tristeza, ansiedad, irritabilidad o síntomas depresivos.
  • Aumento de peso y cambios corporales: incluso manteniendo los mismos hábitos.

Estos síntomas son reales, tienen causas fisiológicas y hormonales claras, y requieren un abordaje integral.

¿Cómo podemos ayudarte desde el Centro Médico Deportivo Pérez Frías?

En nuestro centro en Málaga entendemos que cada mujer es única. Por eso ofrecemos un enfoque multidisciplinar para mejorar tu bienestar en la menopausia:

1. Fisioterapia especializada

  • Prevención de dolores articulares.
  • Fortalecimiento del suelo pélvico.
  • Trabajo específico contra la sarcopenia.

2. Nutrición adaptada a los cambios hormonales

  • Planes alimenticios equilibrados y antiinflamatorios.
  • Prevención de la pérdida de masa muscular.
  • Cuidado de la salud ósea, cardiovascular y digestiva.

3. Acompañamiento terapéutico y sanitario

  • Espacios de escucha activa.
  • Herramientas para gestionar emociones y autoestima.
  • Apoyo en la adaptación a los cambios físicos y emocionales.

4. Medicina integrativa

  • Valoración médica personalizada.
  • Opciones de terapia hormonal sustitutiva (cuando está indicada).
  • Suplementación y revisiones ginecológicas.

5. Ejercicio físico consciente y adaptado

  • Rutinas seguras y progresivas.
  • Mejora del ánimo, descanso y composición corporal.
  • Prevención de osteoporosis y enfermedades cardiovasculares.

Hábitos de vida que marcan la diferencia

Además de los tratamientos y acompañamiento profesional, hay hábitos cotidianos que pueden ayudarte a vivir esta etapa con mayor bienestar:

  • Dormir bien: establecer rutinas de sueño regulares mejora la energía y el estado de ánimo.
  • Reducir el estrés: técnicas como la meditación, el yoga o la respiración consciente ayudan a equilibrar el sistema nervioso.
  • Cuidar la salud ósea: el consumo adecuado de calcio y vitamina D, junto con ejercicio de fuerza, previene la osteoporosis.
  • Mantener relaciones sociales: compartir experiencias con otras mujeres en la misma etapa refuerza la autoestima y reduce la sensación de aislamiento.
  • Evitar tóxicos: reducir alcohol, tabaco y ultraprocesados mejora la salud cardiovascular y hormonal.

“Bienestar para tu nueva etapa”: un espacio creado para ti

El próximo 26 de octubre lanzamos en el Centro Médico Deportivo Pérez Frías (Málaga) un programa único: “Bienestar para tu nueva etapa”.

Será un encuentro mensual, en domingo por la mañana, donde crearemos un entorno seguro y cercano para compartir experiencias, resolver dudas y aprender de la mano de profesionales en fisioterapia, nutrición, medicina y ejercicio físico.

Además, el proyecto incluye:

  • Entrenamiento grupal semanal adaptado al grupo.
  • Acompañamiento constante, con acceso a un teléfono directo para consultas: 📞 624 161 209.

La menopausia como oportunidad de bienestar

La menopausia no es el final, sino el comienzo de una nueva versión de ti misma. Con la información adecuada, el apoyo necesario y las herramientas correctas, esta etapa puede vivirse con plenitud, equilibrio y empoderamiento.

En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías en Málaga queremos acompañarte en este camino, ayudarte a entender lo que sientes y recordarte que no estás sola.

📅 Primera sesión: Domingo, 26 de octubre

📍 Centro Médico Deportivo Pérez Frías, Málaga

📞 Reserva tu plaza o pide más información en el 624 161 209

El dolor en la espalda y las rodillas es una consulta frecuente en fisioterapia y medicina deportiva. Aunque el sobrepeso puede ejercer presión sobre las articulaciones, no es el único factor implicado. Enfocar exclusivamente en la báscula puede generar frustración y retrasar soluciones más eficaces. El objetivo debe ser recuperar movilidad, reducir el dolor y mejorar la calidad de vida.

¿Cómo influye el sobrepeso en el dolor articular?

Las articulaciones están diseñadas para soportar carga y movimiento. Cuando el peso corporal supera su capacidad habitual, se genera una presión adicional que puede derivar en molestias, especialmente en rodillas y zona lumbar. Los efectos más comunes incluyen:

  • Desgaste articular acelerado, especialmente si hay artrosis u otra patología previa.
  • Cambios biomecánicos que alteran la forma de caminar o sentarse, generando tensiones.
  • Sobrecarga muscular, con descompensaciones entre músculos hiperactivos e inhibidos.
  • Presión sobre discos intervertebrales, aumentando el riesgo de dolor lumbar por compresión.

Sin embargo, el dolor no siempre está directamente relacionado con el peso. Existen personas con sobrepeso sin dolor articular y otras con normopeso que sí lo padecen.

El dolor es multifactorial

Uno de los errores más comunes es atribuir el dolor únicamente al sobrepeso. En realidad, suele ser el resultado de varios factores combinados:

  • Postura corporal: pasar muchas horas sentado o de pie puede sobrecargar las articulaciones.
  • Sueño insuficiente: afecta la recuperación muscular y amplifica la percepción del dolor.
  • Estrés y ansiedad: influyen en la tensión muscular y en cómo se experimenta el dolor.
  • Sedentarismo: reduce fuerza y estabilidad articular.
  • Lesiones previas: molestias antiguas pueden reactivarse con el tiempo o ante cambios de peso.

Comprender esta complejidad permite adoptar un enfoque más amplio y menos culpabilizador.

Estrategias eficaces para aliviar el dolor

La buena noticia es que existen soluciones efectivas. No se trata de cambios drásticos, sino de pasos sostenidos que permiten recuperar movilidad, reducir molestias y ganar confianza. Los tres pilares fundamentales son:

1. Fisioterapia: aliviar y reeducar el movimiento

La fisioterapia es uno de los recursos más eficaces. Sus beneficios incluyen:

  • Reducción del dolor mediante técnicas manuales, estiramientos o electroterapia.
  • Mejora de la movilidad recuperando patrones de movimiento más eficientes.
  • Reeducación postural para caminar, sentarse o levantarse sin sobrecargar las articulaciones.
  • Preparación para el ejercicio, ayudando a superar el miedo al movimiento.

El fisioterapeuta también cumple un rol motivador, mostrando que el dolor puede controlarse y que no es un obstáculo insalvable.

2. Nutrición: más allá de contar calorías

La alimentación influye directamente en el dolor y la inflamación. No se trata solo de perder peso, sino de nutrir el cuerpo para que funcione mejor. Aspectos clave:

  • Reducción de la inflamación mediante alimentos como frutas, verduras, pescado azul y frutos secos.
  • Mejora del estado de ánimo y energía, gracias a una dieta equilibrada.
  • Pérdida de peso sostenible, evitando cambios bruscos y el efecto rebote.

Una pauta nutricional eficaz debe adaptarse al estilo de vida, gustos y objetivos de cada persona.

3. Ejercicio adaptado: moverse sin miedo

El movimiento es esencial para aliviar el dolor, pero muchas personas temen empeorar su situación. Por eso, el ejercicio debe ser personalizado. Recomendaciones habituales:

  • Ejercicios de bajo impacto como caminar en agua, pilates terapéutico o bicicleta estática.
  • Rutinas progresivas, empezando con poca intensidad y aumentándola gradualmente.
  • Fortalecimiento muscular, para mejorar la estabilidad y reducir el dolor.
  • Ejercicio como medicina, que libera tensiones, mejora el ánimo y refuerza la confianza corporal.

Incluso actividades cotidianas como caminar más o hacer estiramientos diarios pueden marcar una diferencia.

Lo que realmente funciona: apoyo y constancia

El dolor por sobrepeso no desaparece con soluciones rápidas. Lo que marca la diferencia es un proceso gradual, acompañado por profesionales. Los elementos clave son:

  • Escuchar al cuerpo sin juzgarlo.
  • Avanzar con paciencia y constancia.
  • Combinar fisioterapia, nutrición y ejercicio.
  • Poner el foco en lo que sí se puede hacer.

Este enfoque no solo mejora el dolor, sino que también ayuda a recuperar la confianza en el cuerpo y a llevar una vida más activa.

En resumen

El dolor en espalda y rodillas puede estar relacionado con el sobrepeso, pero también influyen otros factores como postura, descanso, estrés y sedentarismo. La solución pasa por un enfoque integral: fisioterapia para aliviar y reeducar, nutrición para reducir la inflamación y mejorar la energía, y ejercicio adaptado para recuperar movilidad. Con acompañamiento profesional y constancia, es posible vivir con menos dolor, más libertad de movimiento y mejor calidad de vida.

¿Pasas muchas horas sentado frente al ordenador? ¿Te sorprendes encorvado mirando el móvil o viendo la tele en el sofá? ¿Te duele el cuello, la espalda o las rodillas, aunque no hayas hecho “nada”?

Si te sientes identificado, no estás solo/a. Cada vez más personas consultan en nuestro centro por dolores articulares derivados del sedentarismo y las malas posturas, sin que exista una lesión directa o enfermedad degenerativa.

En este artículo te contamos por qué el sedentarismo afecta a tus articulaciones y, sobre todo, cómo puedes mejorar con fisioterapia y ejercicio terapéutico.

El cuerpo está hecho para moverse

Aunque la tecnología y el trabajo de oficina nos obliguen a pasar horas sentados, nuestro cuerpo sigue diseñado para caminar, agacharse, empujar, cargar y estirarse. Cuando no nos movemos lo suficiente, aparecen síntomas como:

  • Dolor de cuello o cervicales
  • Dolor lumbar o molestias en la espalda baja
  • Rigidez en caderas y rodillas
  • Sensación de pesadez articular
  • Hormigueos o falta de fuerza en brazos o piernas

Estos síntomas se acumulan poco a poco y muchas veces los normalizamos, pero no deberíamos vivir con dolor evitable.

¿Por qué el sedentarismo y las malas posturas provocan dolor?

La explicación es sencilla: cuando no usamos músculos y articulaciones de forma adecuada, el cuerpo pierde eficiencia, se sobrecarga y se desequilibra.

Falta de movimiento = rigidez

Las articulaciones se lubrican menos, los músculos se acortan y los tejidos pierden flexibilidad.

Posturas mantenidas = sobrecarga

Estar sentado con la espalda curvada o los hombros caídos genera tensión constante en cuello y zona lumbar.

Desequilibrios musculares

Si pasas mucho tiempo sentado, glúteos y abdomen dejan de trabajar, y la espalda compensa, provocando dolor.

¿Es solo cuestión de postura?

No existe la “postura perfecta”. El problema no es tanto cómo te sientas, sino cuánto tiempo pasas sin moverte. Además, el dolor articular es multifactorial: estrés, falta de descanso, sobrepeso o estado emocional también influyen. Aun así, el sedentarismo es uno de los principales responsables del dolor músculo-esquelético en la población actual.

Cómo abordar el dolor articular: fisioterapia y ejercicio

La buena noticia es que, aunque el dolor aparezca por hábitos poco saludables, se puede revertir. En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías, abordamos estos casos desde dos frentes que se complementan: fisioterapia y ejercicio personalizado.

Fisioterapia: desbloquear, aliviar y guiar

  • Aliviar molestias con terapia manual: masajes, movilizaciones y técnicas miofasciales para reducir tensión y mejorar movilidad.
  • Reeducar posturas y gestos: aprenderás a moverte con menos esfuerzo y a evitar posiciones perjudiciales.
  • Preparar el cuerpo para volver a moverse: tratamiento progresivo para recuperar confianza y seguridad.

Ejercicio terapéutico: moverse de forma inteligente

  • Fortalecer la musculatura que protege las articulaciones.
  • Mejorar la movilidad articular con estiramientos y ejercicios activos.
  • Reducir el estrés y la fatiga gracias al movimiento regular.
  • Crear hábitos sostenibles: no necesitas largas sesiones; 10-15 minutos bien hechos marcan la diferencia.

Hábitos saludables para prevenir el dolor articular

  • Muévete cada hora, aunque solo sea para estirarte.
  • Alterna posturas al trabajar o estudiar.
  • Dedica unos minutos diarios a ejercicios de movilidad y fuerza.
  • Escucha a tu cuerpo y no normalices el dolor.
  • Combina descanso adecuado con actividad física regular.

El sedentarismo y las malas posturas son enemigos silenciosos de tu salud articular. Pero no estás condenado/a a vivir con dolor. Con la ayuda de la fisioterapia y el ejercicio personalizado, puedes:

  • Aliviar las molestias
  • Recuperar el movimiento
  • Sentirte más ágil y fuerte
  • Prevenir recaídas
  • Mejorar tu calidad de vida

Preguntas frecuentes sobre dolor articular y sedentarismo

¿El dolor articular por sedentarismo se puede revertir?

Sí. Con fisioterapia y ejercicio adaptado, la mayoría de los síntomas mejoran notablemente.

¿Cuánto tiempo debo moverme para evitar rigidez?

Se recomienda levantarse y cambiar de postura cada 45-60 minutos.

¿Qué ejercicios ayudan contra el dolor de espalda por malas posturas?

Ejercicios de movilidad lumbar, estiramientos de cadera y fortalecimiento de glúteos y abdomen.

¿Es suficiente caminar para prevenir el dolor articular?

Caminar ayuda, pero lo ideal es combinarlo con ejercicios de fuerza y movilidad.

Da el primer paso hacia una vida sin dolor

En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías te ofrecemos un enfoque integral y personalizado para prevenir y tratar el dolor articular. Reserva tu cita y empieza a moverte mejor, con menos dolor y más bienestar.

El dolor es una señal natural del cuerpo. Nos advierte de que algo no va bien y de que necesitamos parar o protegernos. Pero cuando el dolor se prolonga durante meses, incluso después de que una lesión haya sanado, hablamos de dolor crónico, una condición que puede afectar profundamente a la vida diaria.

En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías apostamos por un enfoque integrador: la combinación de fisioterapia y psicología. Esta unión permite abordar el dolor crónico desde una perspectiva completa, teniendo en cuenta tanto el cuerpo como la mente.

¿Qué es el dolor crónico y cómo afecta a la vida diaria?

Se considera dolor crónico aquel que dura más de tres meses o se mantiene más allá del tiempo habitual de recuperación de una lesión. Puede originarse en patologías como la artrosis, las hernias o secuelas de fracturas, pero también mantenerse sin una lesión activa.

El motivo es que el sistema nervioso central se sensibiliza y “sube el volumen” de la percepción dolorosa. Esto provoca que el dolor continúe, incluso cuando los tejidos ya están reparados.

El dolor crónico no afecta solo al cuerpo. También influye en el descanso, el ánimo, las relaciones sociales y la capacidad para realizar actividades cotidianas. Es una experiencia compleja en la que lo físico y lo emocional están estrechamente ligados.

El modelo biopsicosocial en el tratamiento del dolor

Durante muchos años, el dolor se entendía únicamente como un síntoma físico. Hoy, gracias a la investigación, sabemos que este enfoque es limitado.

El modelo biopsicosocial explica el dolor crónico como una interacción de:

  • Factores biológicos: lesiones, inflamación o alteraciones en los tejidos.
  • Factores psicológicos: emociones, pensamientos y creencias sobre el dolor.
  • Factores sociales: entorno laboral, apoyo familiar o calidad de vida.

Este modelo nos permite diseñar tratamientos más efectivos, porque reconoce que el dolor crónico es una experiencia multidimensional y requiere un abordaje integral.

Fisioterapia para el dolor crónico: técnicas y beneficios

En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías, la fisioterapia juega un papel clave en el tratamiento del dolor crónico. El objetivo no es solo aliviar la molestia, sino también recuperar la movilidad, la fuerza y la confianza en el cuerpo.

Recuperar movimiento y fuerza

Las personas con dolor crónico tienden a evitar ciertos gestos por miedo a empeorar. Esto provoca rigidez y debilidad muscular. Con ejercicios terapéuticos adaptados, ayudamos a recuperar movilidad y seguridad en el movimiento.

Reducir la sensibilidad del sistema nervioso

El dolor persistente suele estar relacionado con un sistema nervioso hiperreactivo. A través de técnicas manuales, ejercicio graduado y estrategias de educación en dolor, enseñamos al cuerpo a bajar el volumen de esas señales de alarma.

Educación en neurociencia del dolor

Comprender que dolor no siempre significa daño cambia radicalmente la experiencia del paciente. En fisioterapia dedicamos tiempo a explicar cómo funciona el dolor, empoderando a la persona para que recupere el control sobre su vida.

Psicología y dolor crónico: la mente también influye

La psicología es una aliada fundamental en el tratamiento del dolor crónico. No porque el dolor “esté en la cabeza”, sino porque la forma en la que lo interpretamos y gestionamos influye en su intensidad.

Manejo del estrés, la ansiedad y la depresión

El dolor crónico desgasta emocionalmente. A su vez, la ansiedad o la tristeza amplifican la sensación de dolor. La psicología clínica trabaja en el manejo de estas emociones, reduciendo su impacto negativo.

Superar miedos y creencias limitantes

Pensamientos como “si me muevo me haré daño” o “esto no tiene solución” son comunes. La terapia psicológica ayuda a transformar estas creencias en enfoques más constructivos y esperanzadores.

Mindfulness y resiliencia emocional

Aprender a estar presentes, respirar con consciencia y aceptar las sensaciones corporales sin juicio permite reducir la intensidad del dolor. El entrenamiento en mindfulness fortalece la resiliencia y la capacidad de afrontar el día a día.

Enfoque integrador: fisioterapia y psicología unidas contra el dolor crónico

Cuando se abordan por separado, la fisioterapia y la psicología ofrecen resultados parciales. Pero cuando trabajan juntas, el tratamiento es más completo.

Las ventajas de este enfoque integrador son:

  • Atender el dolor desde una visión global y humana.
  • Acompañar al paciente en los planos físico, emocional y social.
  • Mejorar la autonomía y confianza en el propio cuerpo.
  • Promover cambios reales y duraderos en la relación con el dolor.

En nuestro centro, entendemos que la recuperación no depende de soluciones milagrosas, sino de un acompañamiento profesional y personalizado.

Cómo empezar tu tratamiento del dolor crónico

Si llevas meses conviviendo con el dolor y sientes que nada funciona, es momento de buscar un enfoque diferente. En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías te ofrecemos:

  • Una evaluación individualizada de tu caso.
  • Un plan de tratamiento que combina fisioterapia y psicología.
  • Acompañamiento cercano y humano para recuperar la calidad de vida.

👉 Pide tu cita y empieza a construir un futuro con menos dolor y más movimiento.