La menopausia y la premenopausia son etapas profundamente transformadoras en la vida de la mujer. Sin embargo, siguen siendo grandes desconocidas y, durante mucho tiempo, han estado rodeadas de tabúes. A menudo se reducen a una sola palabra: sofocos. Pero la realidad es que esta transición vital va mucho más allá.

En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías en Málaga, queremos abrir un espacio de diálogo, acompañamiento y apoyo para todas las mujeres que atraviesan esta etapa. Por eso, a partir del 26 de octubre, inauguramos el proyecto “Bienestar para tu nueva etapa”, del que te contaremos más al final de este artículo. Antes, hablemos de lo más importante: tú y tu cuerpo.

¿Qué es la premenopausia y la menopausia?

La premenopausia es el periodo de transición que puede comenzar varios años antes de la menopausia. Durante esta fase, los niveles hormonales —especialmente estrógenos y progesterona— fluctúan y el cuerpo empieza a experimentar cambios.

La menopausia, en cambio, se confirma cuando han pasado 12 meses consecutivos sin menstruación. Este proceso suele iniciarse alrededor de los 40-50 años, aunque varía en cada mujer. Algunas lo viven con naturalidad, otras con más dificultad, pero todas comparten una necesidad común: información, acompañamiento y herramientas de salud.

Mucho más que sofocos: síntomas frecuentes en la menopausia

Reducir la menopausia a los sofocos es simplificar una etapa compleja. Muchas mujeres experimentan síntomas que afectan su vida diaria en distintos niveles:

  • Fatiga constante: cansancio físico y mental que no mejora con el descanso.
  • Sarcopenia: pérdida progresiva de masa y fuerza muscular.
  • Dificultades cognitivas: problemas de concentración, olvidos frecuentes o niebla mental.
  • Cambios en la vida sexual: disminución de la libido, sequedad vaginal o dolor en las relaciones.
  • Alteraciones emocionales: tristeza, ansiedad, irritabilidad o síntomas depresivos.
  • Aumento de peso y cambios corporales: incluso manteniendo los mismos hábitos.

Estos síntomas son reales, tienen causas fisiológicas y hormonales claras, y requieren un abordaje integral.

¿Cómo podemos ayudarte desde el Centro Médico Deportivo Pérez Frías?

En nuestro centro en Málaga entendemos que cada mujer es única. Por eso ofrecemos un enfoque multidisciplinar para mejorar tu bienestar en la menopausia:

1. Fisioterapia especializada

  • Prevención de dolores articulares.
  • Fortalecimiento del suelo pélvico.
  • Trabajo específico contra la sarcopenia.

2. Nutrición adaptada a los cambios hormonales

  • Planes alimenticios equilibrados y antiinflamatorios.
  • Prevención de la pérdida de masa muscular.
  • Cuidado de la salud ósea, cardiovascular y digestiva.

3. Acompañamiento terapéutico y sanitario

  • Espacios de escucha activa.
  • Herramientas para gestionar emociones y autoestima.
  • Apoyo en la adaptación a los cambios físicos y emocionales.

4. Medicina integrativa

  • Valoración médica personalizada.
  • Opciones de terapia hormonal sustitutiva (cuando está indicada).
  • Suplementación y revisiones ginecológicas.

5. Ejercicio físico consciente y adaptado

  • Rutinas seguras y progresivas.
  • Mejora del ánimo, descanso y composición corporal.
  • Prevención de osteoporosis y enfermedades cardiovasculares.

Hábitos de vida que marcan la diferencia

Además de los tratamientos y acompañamiento profesional, hay hábitos cotidianos que pueden ayudarte a vivir esta etapa con mayor bienestar:

  • Dormir bien: establecer rutinas de sueño regulares mejora la energía y el estado de ánimo.
  • Reducir el estrés: técnicas como la meditación, el yoga o la respiración consciente ayudan a equilibrar el sistema nervioso.
  • Cuidar la salud ósea: el consumo adecuado de calcio y vitamina D, junto con ejercicio de fuerza, previene la osteoporosis.
  • Mantener relaciones sociales: compartir experiencias con otras mujeres en la misma etapa refuerza la autoestima y reduce la sensación de aislamiento.
  • Evitar tóxicos: reducir alcohol, tabaco y ultraprocesados mejora la salud cardiovascular y hormonal.

“Bienestar para tu nueva etapa”: un espacio creado para ti

El próximo 26 de octubre lanzamos en el Centro Médico Deportivo Pérez Frías (Málaga) un programa único: “Bienestar para tu nueva etapa”.

Será un encuentro mensual, en domingo por la mañana, donde crearemos un entorno seguro y cercano para compartir experiencias, resolver dudas y aprender de la mano de profesionales en fisioterapia, nutrición, medicina y ejercicio físico.

Además, el proyecto incluye:

  • Entrenamiento grupal semanal adaptado al grupo.
  • Acompañamiento constante, con acceso a un teléfono directo para consultas: 📞 624 161 209.

La menopausia como oportunidad de bienestar

La menopausia no es el final, sino el comienzo de una nueva versión de ti misma. Con la información adecuada, el apoyo necesario y las herramientas correctas, esta etapa puede vivirse con plenitud, equilibrio y empoderamiento.

En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías en Málaga queremos acompañarte en este camino, ayudarte a entender lo que sientes y recordarte que no estás sola.

📅 Primera sesión: Domingo, 26 de octubre

📍 Centro Médico Deportivo Pérez Frías, Málaga

📞 Reserva tu plaza o pide más información en el 624 161 209

El dolor en la espalda y las rodillas es una consulta frecuente en fisioterapia y medicina deportiva. Aunque el sobrepeso puede ejercer presión sobre las articulaciones, no es el único factor implicado. Enfocar exclusivamente en la báscula puede generar frustración y retrasar soluciones más eficaces. El objetivo debe ser recuperar movilidad, reducir el dolor y mejorar la calidad de vida.

¿Cómo influye el sobrepeso en el dolor articular?

Las articulaciones están diseñadas para soportar carga y movimiento. Cuando el peso corporal supera su capacidad habitual, se genera una presión adicional que puede derivar en molestias, especialmente en rodillas y zona lumbar. Los efectos más comunes incluyen:

  • Desgaste articular acelerado, especialmente si hay artrosis u otra patología previa.
  • Cambios biomecánicos que alteran la forma de caminar o sentarse, generando tensiones.
  • Sobrecarga muscular, con descompensaciones entre músculos hiperactivos e inhibidos.
  • Presión sobre discos intervertebrales, aumentando el riesgo de dolor lumbar por compresión.

Sin embargo, el dolor no siempre está directamente relacionado con el peso. Existen personas con sobrepeso sin dolor articular y otras con normopeso que sí lo padecen.

El dolor es multifactorial

Uno de los errores más comunes es atribuir el dolor únicamente al sobrepeso. En realidad, suele ser el resultado de varios factores combinados:

  • Postura corporal: pasar muchas horas sentado o de pie puede sobrecargar las articulaciones.
  • Sueño insuficiente: afecta la recuperación muscular y amplifica la percepción del dolor.
  • Estrés y ansiedad: influyen en la tensión muscular y en cómo se experimenta el dolor.
  • Sedentarismo: reduce fuerza y estabilidad articular.
  • Lesiones previas: molestias antiguas pueden reactivarse con el tiempo o ante cambios de peso.

Comprender esta complejidad permite adoptar un enfoque más amplio y menos culpabilizador.

Estrategias eficaces para aliviar el dolor

La buena noticia es que existen soluciones efectivas. No se trata de cambios drásticos, sino de pasos sostenidos que permiten recuperar movilidad, reducir molestias y ganar confianza. Los tres pilares fundamentales son:

1. Fisioterapia: aliviar y reeducar el movimiento

La fisioterapia es uno de los recursos más eficaces. Sus beneficios incluyen:

  • Reducción del dolor mediante técnicas manuales, estiramientos o electroterapia.
  • Mejora de la movilidad recuperando patrones de movimiento más eficientes.
  • Reeducación postural para caminar, sentarse o levantarse sin sobrecargar las articulaciones.
  • Preparación para el ejercicio, ayudando a superar el miedo al movimiento.

El fisioterapeuta también cumple un rol motivador, mostrando que el dolor puede controlarse y que no es un obstáculo insalvable.

2. Nutrición: más allá de contar calorías

La alimentación influye directamente en el dolor y la inflamación. No se trata solo de perder peso, sino de nutrir el cuerpo para que funcione mejor. Aspectos clave:

  • Reducción de la inflamación mediante alimentos como frutas, verduras, pescado azul y frutos secos.
  • Mejora del estado de ánimo y energía, gracias a una dieta equilibrada.
  • Pérdida de peso sostenible, evitando cambios bruscos y el efecto rebote.

Una pauta nutricional eficaz debe adaptarse al estilo de vida, gustos y objetivos de cada persona.

3. Ejercicio adaptado: moverse sin miedo

El movimiento es esencial para aliviar el dolor, pero muchas personas temen empeorar su situación. Por eso, el ejercicio debe ser personalizado. Recomendaciones habituales:

  • Ejercicios de bajo impacto como caminar en agua, pilates terapéutico o bicicleta estática.
  • Rutinas progresivas, empezando con poca intensidad y aumentándola gradualmente.
  • Fortalecimiento muscular, para mejorar la estabilidad y reducir el dolor.
  • Ejercicio como medicina, que libera tensiones, mejora el ánimo y refuerza la confianza corporal.

Incluso actividades cotidianas como caminar más o hacer estiramientos diarios pueden marcar una diferencia.

Lo que realmente funciona: apoyo y constancia

El dolor por sobrepeso no desaparece con soluciones rápidas. Lo que marca la diferencia es un proceso gradual, acompañado por profesionales. Los elementos clave son:

  • Escuchar al cuerpo sin juzgarlo.
  • Avanzar con paciencia y constancia.
  • Combinar fisioterapia, nutrición y ejercicio.
  • Poner el foco en lo que sí se puede hacer.

Este enfoque no solo mejora el dolor, sino que también ayuda a recuperar la confianza en el cuerpo y a llevar una vida más activa.

En resumen

El dolor en espalda y rodillas puede estar relacionado con el sobrepeso, pero también influyen otros factores como postura, descanso, estrés y sedentarismo. La solución pasa por un enfoque integral: fisioterapia para aliviar y reeducar, nutrición para reducir la inflamación y mejorar la energía, y ejercicio adaptado para recuperar movilidad. Con acompañamiento profesional y constancia, es posible vivir con menos dolor, más libertad de movimiento y mejor calidad de vida.

¿Pasas muchas horas sentado frente al ordenador? ¿Te sorprendes encorvado mirando el móvil o viendo la tele en el sofá? ¿Te duele el cuello, la espalda o las rodillas, aunque no hayas hecho “nada”?

Si te sientes identificado, no estás solo/a. Cada vez más personas consultan en nuestro centro por dolores articulares derivados del sedentarismo y las malas posturas, sin que exista una lesión directa o enfermedad degenerativa.

En este artículo te contamos por qué el sedentarismo afecta a tus articulaciones y, sobre todo, cómo puedes mejorar con fisioterapia y ejercicio terapéutico.

El cuerpo está hecho para moverse

Aunque la tecnología y el trabajo de oficina nos obliguen a pasar horas sentados, nuestro cuerpo sigue diseñado para caminar, agacharse, empujar, cargar y estirarse. Cuando no nos movemos lo suficiente, aparecen síntomas como:

  • Dolor de cuello o cervicales
  • Dolor lumbar o molestias en la espalda baja
  • Rigidez en caderas y rodillas
  • Sensación de pesadez articular
  • Hormigueos o falta de fuerza en brazos o piernas

Estos síntomas se acumulan poco a poco y muchas veces los normalizamos, pero no deberíamos vivir con dolor evitable.

¿Por qué el sedentarismo y las malas posturas provocan dolor?

La explicación es sencilla: cuando no usamos músculos y articulaciones de forma adecuada, el cuerpo pierde eficiencia, se sobrecarga y se desequilibra.

Falta de movimiento = rigidez

Las articulaciones se lubrican menos, los músculos se acortan y los tejidos pierden flexibilidad.

Posturas mantenidas = sobrecarga

Estar sentado con la espalda curvada o los hombros caídos genera tensión constante en cuello y zona lumbar.

Desequilibrios musculares

Si pasas mucho tiempo sentado, glúteos y abdomen dejan de trabajar, y la espalda compensa, provocando dolor.

¿Es solo cuestión de postura?

No existe la “postura perfecta”. El problema no es tanto cómo te sientas, sino cuánto tiempo pasas sin moverte. Además, el dolor articular es multifactorial: estrés, falta de descanso, sobrepeso o estado emocional también influyen. Aun así, el sedentarismo es uno de los principales responsables del dolor músculo-esquelético en la población actual.

Cómo abordar el dolor articular: fisioterapia y ejercicio

La buena noticia es que, aunque el dolor aparezca por hábitos poco saludables, se puede revertir. En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías, abordamos estos casos desde dos frentes que se complementan: fisioterapia y ejercicio personalizado.

Fisioterapia: desbloquear, aliviar y guiar

  • Aliviar molestias con terapia manual: masajes, movilizaciones y técnicas miofasciales para reducir tensión y mejorar movilidad.
  • Reeducar posturas y gestos: aprenderás a moverte con menos esfuerzo y a evitar posiciones perjudiciales.
  • Preparar el cuerpo para volver a moverse: tratamiento progresivo para recuperar confianza y seguridad.

Ejercicio terapéutico: moverse de forma inteligente

  • Fortalecer la musculatura que protege las articulaciones.
  • Mejorar la movilidad articular con estiramientos y ejercicios activos.
  • Reducir el estrés y la fatiga gracias al movimiento regular.
  • Crear hábitos sostenibles: no necesitas largas sesiones; 10-15 minutos bien hechos marcan la diferencia.

Hábitos saludables para prevenir el dolor articular

  • Muévete cada hora, aunque solo sea para estirarte.
  • Alterna posturas al trabajar o estudiar.
  • Dedica unos minutos diarios a ejercicios de movilidad y fuerza.
  • Escucha a tu cuerpo y no normalices el dolor.
  • Combina descanso adecuado con actividad física regular.

El sedentarismo y las malas posturas son enemigos silenciosos de tu salud articular. Pero no estás condenado/a a vivir con dolor. Con la ayuda de la fisioterapia y el ejercicio personalizado, puedes:

  • Aliviar las molestias
  • Recuperar el movimiento
  • Sentirte más ágil y fuerte
  • Prevenir recaídas
  • Mejorar tu calidad de vida

Preguntas frecuentes sobre dolor articular y sedentarismo

¿El dolor articular por sedentarismo se puede revertir?

Sí. Con fisioterapia y ejercicio adaptado, la mayoría de los síntomas mejoran notablemente.

¿Cuánto tiempo debo moverme para evitar rigidez?

Se recomienda levantarse y cambiar de postura cada 45-60 minutos.

¿Qué ejercicios ayudan contra el dolor de espalda por malas posturas?

Ejercicios de movilidad lumbar, estiramientos de cadera y fortalecimiento de glúteos y abdomen.

¿Es suficiente caminar para prevenir el dolor articular?

Caminar ayuda, pero lo ideal es combinarlo con ejercicios de fuerza y movilidad.

Da el primer paso hacia una vida sin dolor

En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías te ofrecemos un enfoque integral y personalizado para prevenir y tratar el dolor articular. Reserva tu cita y empieza a moverte mejor, con menos dolor y más bienestar.

El dolor es una señal natural del cuerpo. Nos advierte de que algo no va bien y de que necesitamos parar o protegernos. Pero cuando el dolor se prolonga durante meses, incluso después de que una lesión haya sanado, hablamos de dolor crónico, una condición que puede afectar profundamente a la vida diaria.

En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías apostamos por un enfoque integrador: la combinación de fisioterapia y psicología. Esta unión permite abordar el dolor crónico desde una perspectiva completa, teniendo en cuenta tanto el cuerpo como la mente.

¿Qué es el dolor crónico y cómo afecta a la vida diaria?

Se considera dolor crónico aquel que dura más de tres meses o se mantiene más allá del tiempo habitual de recuperación de una lesión. Puede originarse en patologías como la artrosis, las hernias o secuelas de fracturas, pero también mantenerse sin una lesión activa.

El motivo es que el sistema nervioso central se sensibiliza y “sube el volumen” de la percepción dolorosa. Esto provoca que el dolor continúe, incluso cuando los tejidos ya están reparados.

El dolor crónico no afecta solo al cuerpo. También influye en el descanso, el ánimo, las relaciones sociales y la capacidad para realizar actividades cotidianas. Es una experiencia compleja en la que lo físico y lo emocional están estrechamente ligados.

El modelo biopsicosocial en el tratamiento del dolor

Durante muchos años, el dolor se entendía únicamente como un síntoma físico. Hoy, gracias a la investigación, sabemos que este enfoque es limitado.

El modelo biopsicosocial explica el dolor crónico como una interacción de:

  • Factores biológicos: lesiones, inflamación o alteraciones en los tejidos.
  • Factores psicológicos: emociones, pensamientos y creencias sobre el dolor.
  • Factores sociales: entorno laboral, apoyo familiar o calidad de vida.

Este modelo nos permite diseñar tratamientos más efectivos, porque reconoce que el dolor crónico es una experiencia multidimensional y requiere un abordaje integral.

Fisioterapia para el dolor crónico: técnicas y beneficios

En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías, la fisioterapia juega un papel clave en el tratamiento del dolor crónico. El objetivo no es solo aliviar la molestia, sino también recuperar la movilidad, la fuerza y la confianza en el cuerpo.

Recuperar movimiento y fuerza

Las personas con dolor crónico tienden a evitar ciertos gestos por miedo a empeorar. Esto provoca rigidez y debilidad muscular. Con ejercicios terapéuticos adaptados, ayudamos a recuperar movilidad y seguridad en el movimiento.

Reducir la sensibilidad del sistema nervioso

El dolor persistente suele estar relacionado con un sistema nervioso hiperreactivo. A través de técnicas manuales, ejercicio graduado y estrategias de educación en dolor, enseñamos al cuerpo a bajar el volumen de esas señales de alarma.

Educación en neurociencia del dolor

Comprender que dolor no siempre significa daño cambia radicalmente la experiencia del paciente. En fisioterapia dedicamos tiempo a explicar cómo funciona el dolor, empoderando a la persona para que recupere el control sobre su vida.

Psicología y dolor crónico: la mente también influye

La psicología es una aliada fundamental en el tratamiento del dolor crónico. No porque el dolor “esté en la cabeza”, sino porque la forma en la que lo interpretamos y gestionamos influye en su intensidad.

Manejo del estrés, la ansiedad y la depresión

El dolor crónico desgasta emocionalmente. A su vez, la ansiedad o la tristeza amplifican la sensación de dolor. La psicología clínica trabaja en el manejo de estas emociones, reduciendo su impacto negativo.

Superar miedos y creencias limitantes

Pensamientos como “si me muevo me haré daño” o “esto no tiene solución” son comunes. La terapia psicológica ayuda a transformar estas creencias en enfoques más constructivos y esperanzadores.

Mindfulness y resiliencia emocional

Aprender a estar presentes, respirar con consciencia y aceptar las sensaciones corporales sin juicio permite reducir la intensidad del dolor. El entrenamiento en mindfulness fortalece la resiliencia y la capacidad de afrontar el día a día.

Enfoque integrador: fisioterapia y psicología unidas contra el dolor crónico

Cuando se abordan por separado, la fisioterapia y la psicología ofrecen resultados parciales. Pero cuando trabajan juntas, el tratamiento es más completo.

Las ventajas de este enfoque integrador son:

  • Atender el dolor desde una visión global y humana.
  • Acompañar al paciente en los planos físico, emocional y social.
  • Mejorar la autonomía y confianza en el propio cuerpo.
  • Promover cambios reales y duraderos en la relación con el dolor.

En nuestro centro, entendemos que la recuperación no depende de soluciones milagrosas, sino de un acompañamiento profesional y personalizado.

Cómo empezar tu tratamiento del dolor crónico

Si llevas meses conviviendo con el dolor y sientes que nada funciona, es momento de buscar un enfoque diferente. En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías te ofrecemos:

  • Una evaluación individualizada de tu caso.
  • Un plan de tratamiento que combina fisioterapia y psicología.
  • Acompañamiento cercano y humano para recuperar la calidad de vida.

👉 Pide tu cita y empieza a construir un futuro con menos dolor y más movimiento.

La rodilla es una de las articulaciones más importantes y, al mismo tiempo, una de las más castigadas de nuestro cuerpo. Ya sea que practiques deporte de forma habitual, camines cada día para mantenerte activo o simplemente lleves una vida normal, las rodillas soportan buena parte del peso corporal y participan en casi todos los movimientos que realizamos.

Por eso, cuando aparece dolor, rigidez o sensación de bloqueo, especialmente en personas mayores de 40 o 50 años, no es extraño que detrás de esos síntomas se encuentre la artrosis de rodilla.

En este artículo te explicamos qué es exactamente la artrosis de rodilla, cuáles son sus síntomas iniciales, qué otros tipos de dolor pueden confundirse con ella y qué opciones de tratamiento existen para mejorar sin necesidad de cirugía.

¿Qué es exactamente la artrosis de rodilla?

La artrosis de rodilla, también conocida como gonartrosis, es una enfermedad degenerativa que afecta al cartílago que recubre los extremos de los huesos en la articulación.

El cartílago es un tejido elástico que actúa como amortiguador, facilitando el movimiento suave entre los huesos. Con el paso del tiempo, este tejido se desgasta, pierde grosor y elasticidad, y deja de cumplir su función protectora. Como consecuencia, los huesos empiezan a rozar entre sí, lo que provoca dolor, rigidez y, en algunos casos, inflamación.

Aunque tradicionalmente se asociaba a personas mayores, cada vez más adultos jóvenes presentan artrosis de rodilla, sobre todo aquellos con lesiones deportivas previas, quienes practican actividades de alto impacto sin la preparación adecuada o personas con sobrepeso, donde la carga adicional acelera el desgaste de la articulación.

Síntomas iniciales de la artrosis de rodilla

El diagnóstico temprano de la artrosis es un desafío, porque los síntomas iniciales pueden confundirse con molestias musculares o pequeñas lesiones sin importancia. Sin embargo, hay señales características que conviene tener en cuenta para evitar que la enfermedad avance sin control.

Principales síntomas a tener en cuenta

  1. Dolor al mover la rodilla
    Es el síntoma más frecuente. Aparece tras actividades como caminar largas distancias, subir escaleras o permanecer mucho tiempo de pie. Al inicio mejora con el reposo, pero a medida que avanza la enfermedad, el dolor se vuelve más constante.
  2. Rigidez matutina
    Al levantarte por la mañana o después de estar sentado un rato, la rodilla puede sentirse rígida. Este síntoma suele durar unos minutos y mejora al empezar a moverte.
  3. Crujidos o sensación de fricción
    Cuando el cartílago se desgasta, los movimientos generan ruidos o chasquidos internos llamados crepitación. A veces se acompañan de una sensación de fricción en el interior de la articulación.
  4. Leve hinchazón o calor local
    Aunque en fases iniciales no suele haber inflamación evidente, tras realizar esfuerzos es habitual notar cierta hinchazón o una sensación de calor alrededor de la rodilla.
  5. Pérdida de fuerza o inseguridad
    Algunas personas describen que su rodilla “falla” o pierde fuerza de forma repentina, incluso sin dolor intenso. Esta inestabilidad es un signo de que el cartílago ya no protege adecuadamente la articulación.
  6. Limitación progresiva del movimiento
    En fases más avanzadas, la articulación puede perder flexibilidad, dificultando gestos cotidianos como ponerse en cuclillas, arrodillarse o caminar distancias largas.

Diferentes tipos de dolor de rodilla: no todo es artrosis

Es fundamental recordar que no todo dolor de rodilla implica artrosis. Existen múltiples causas de molestias en esta articulación, y diferenciarlas es clave para aplicar el tratamiento correcto.

En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías, trabajamos con un enfoque multidisciplinar para distinguir entre:

  • Dolor por sobrecarga o tendinitis, muy común en corredores y personas con trabajos que exigen esfuerzo físico repetitivo.
  • Dolor por lesiones meniscales o ligamentosas, que suelen aparecer tras un giro brusco o un traumatismo directo.
  • Dolor irradiado desde la cadera o la columna lumbar, que puede confundirse con dolor de rodilla al reflejarse en esa zona.
  • Dolor neuropático, que no proviene de los tejidos, sino de alteraciones en los nervios.

Entender la diferencia entre estos cuadros evita diagnósticos erróneos y garantiza un tratamiento más efectivo.

¿Por qué es tan importante un buen diagnóstico?

Un diagnóstico preciso en las primeras fases de la artrosis es esencial para frenar la progresión de la enfermedad y mantener la calidad de vida.

Evaluaciones y pruebas más habituales

En nuestro centro realizamos una exploración clínica completa, donde se valoran la movilidad, la fuerza muscular y los síntomas que describe el paciente.

Cuando es necesario, recurrimos a pruebas de imagen como radiografías, que permiten observar el espacio articular y el estado del cartílago, o resonancias magnéticas, que ofrecen un análisis más detallado de los tejidos blandos y estructuras internas de la rodilla.

Además, es fundamental analizar el estilo de vida de cada persona: el tipo de actividad física que realiza, su ocupación laboral y sus hábitos diarios. El tratamiento de la artrosis no puede ser genérico, debe adaptarse a cada paciente para ser realmente eficaz.

Tratamiento sin cirugía: fisioterapia, ejercicio y educación

Aunque mucha gente cree que la única solución para la artrosis es la cirugía, lo cierto es que en la mayoría de los casos el tratamiento conservador da excelentes resultados.

El abordaje más efectivo combina fisioterapia, ejercicio terapéutico y educación para el autocuidado, tal y como recomiendan las principales guías médicas internacionales.

1. Fisioterapia personalizada

La fisioterapia ayuda a reducir el dolor, mejorar la movilidad y fortalecer la musculatura que rodea la rodilla. Para ello, se utilizan técnicas manuales, estiramientos, ejercicios guiados y, en algunos casos, terapias complementarias como la electroterapia o la aplicación de calor y frío controlado.

El objetivo es aliviar los síntomas y preparar la articulación para afrontar mejor las demandas del día a día.

2. Ejercicio específico y adaptado

El movimiento es una auténtica medicina. Con un plan de ejercicio bien diseñado, se mejora la función articular, se previene la rigidez y se reducen los episodios de dolor.

No se trata únicamente de trabajar la rodilla, sino de fortalecer toda la cadena muscular implicada: muslos, glúteos y zona abdominal. Al ganar fuerza en estas áreas, la rodilla queda más protegida y soporta menos carga directa.

Además, el ejercicio regular favorece la circulación sanguínea, estimula el metabolismo del cartílago y ayuda a mantener un peso corporal adecuado, un factor crucial para reducir la presión sobre la articulación.

3. Educación y autocuidado

El tratamiento no termina en la consulta o en la sala de rehabilitación. Parte fundamental del proceso es que el paciente aprenda a cuidar sus rodillas en el día a día.

Esto incluye identificar movimientos o posturas que pueden dañar la articulación, adaptar ciertos hábitos y mantener rutinas saludables. A menudo se recomiendan pequeños cambios en el estilo de vida, como evitar permanecer mucho tiempo de pie sin moverse, alternar actividades de impacto con otras de bajo impacto (como natación o bicicleta) y usar calzado adecuado.

En algunos casos, también puede ser útil complementar el tratamiento con suplementos para la salud articular, plantillas personalizadas para corregir la pisada o infiltraciones de ácido hialurónico, que ayudan a mejorar la lubricación de la rodilla.

Claves finales para tratar la artrosis de rodilla sin cirugía

La artrosis de rodilla no tiene por qué suponer el final de la actividad física ni una condena al dolor crónico. Con un diagnóstico temprano, un tratamiento adaptado y el compromiso con el autocuidado, es posible mejorar los síntomas y mantener un estilo de vida activo.

El dolor no debe ser visto como una señal para dejar de moverte, sino como una advertencia de que la articulación necesita un enfoque diferente. Incorporar fisioterapia, ejercicio terapéutico y buenos hábitos marca una gran diferencia en la evolución de la enfermedad. 👉 En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías estamos aquí para ayudarte a entender tu dolor, a tratarlo desde la raíz y a acompañarte en cada paso hacia tu recuperación. Pide cita sin compromiso aquí.

El dolor lumbar es uno de los motivos más frecuentes de consulta en fisioterapia y medicina general. Muchos pacientes llegan al Centro Médico Deportivo Pérez Frías en Málaga diciendo: “Me duele la espalda, creo que tengo ciática”. Sin embargo, no todo dolor lumbar es ciático. Comprender la diferencia entre ambos es esencial para recibir un tratamiento adecuado y lograr una recuperación más rápida.

En este artículo te explicamos las diferencias clave entre el dolor lumbar y la ciática, cómo reconocerlos y cómo abordarlos de manera efectiva a través de fisioterapia avanzada, ejercicio terapéutico y educación del paciente.

¿Qué es el dolor lumbar?

El dolor lumbar o lumbalgia es una molestia localizada en la parte baja de la espalda. Puede ser agudo (días o semanas) o crónico (más de tres meses).

Principales causas del dolor lumbar:

  • Sobrecargas musculares.
  • Posturas mantenidas incorrectas.
  • Debilidad del core.
  • Estrés emocional.
  • Hernias discales o degeneración de discos.
  • Problemas articulares o de ligamentos.

En muchos casos, se trata de dolor lumbar inespecífico, es decir, no está provocado por una lesión concreta, sino por un desequilibrio funcional o varios factores combinados.

¿Qué es la ciática?

La ciática no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma causado por la irritación o compresión del nervio ciático. Este nervio nace en la parte baja de la columna y recorre pelvis, glúteos, parte posterior del muslo, pierna y pie.

Síntomas frecuentes de ciática:

  • Dolor que irradia desde la espalda baja hasta la pierna o el pie.
  • Hormigueo o entumecimiento.
  • Debilidad muscular en la pierna o el pie.
  • Dolor punzante o sensación de corriente eléctrica.

La causa más habitual es una hernia discal, pero también puede deberse a estenosis espinal, espondilolistesis o síndrome del piramidal.

Diferencias entre dolor lumbar y ciática

CaracterísticaDolor lumbarCiática
LocalizaciónZona baja de la espaldaGlúteo, pierna, pie
Tipo de dolorRigidez, molestia difusaDolor punzante, eléctrico
IrradiaciónNo suele irradiarSí, hacia la pierna
Síntomas neurológicosPoco comunesHabituales: hormigueo, debilidad
Empeora conPosturas mantenidasSentado mucho tiempo, tos, estornudos
Mejora conMovimiento suave, estiramientosCambios posturales, descompresión

Tratamiento en el Centro Médico Deportivo Pérez Frías

En nuestro centro de fisioterapia en Málaga trabajamos con un enfoque integrativo y personalizado:

  1. Evaluación integral
    Valoramos la postura, el movimiento y los hábitos de cada paciente para identificar el origen real del dolor.
  2. Fisioterapia avanzada
    Aplicamos técnicas manuales, terapia miofascial y neuromodulación, adaptadas a cada caso.
  3. Ejercicio terapéutico
    El movimiento es la mejor medicina. Diseñamos programas con activación del core, estiramientos neurodinámicos para ciática, movilidad articular y fortalecimiento progresivo.
  4. Educación y acompañamiento
    Enseñamos a los pacientes a entender su dolor y superar el miedo al movimiento, fomentando la recuperación activa.

¿Cuándo debes acudir a un especialista?

Consulta a un fisioterapeuta o médico si:

  • El dolor no mejora tras varios días.
  • Aparece irradiación a la pierna o síntomas neurológicos.
  • Tienes dificultad para caminar o estar de pie.
  • El dolor impide dormir o trabajar.
  • Has tenido episodios previos similares.

⚠️ En casos graves (pérdida de fuerza súbita, problemas de esfínteres, fiebre asociada al dolor), acude de inmediato a urgencias.

Recomendaciones para aliviar dolor lumbar y ciática

  • Evita el reposo absoluto, mantente activo dentro de lo posible.
  • Haz pausas cada 30-40 minutos si trabajas sentado.
  • Cambia de postura con frecuencia.
  • Aplica calor en la zona lumbar para relajar la musculatura.
  • No te automediques sin orientación profesional.

Vive sin dolor con nuestro equipo

El dolor lumbar y la ciática no son lo mismo, aunque a menudo se confunden. Con un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento individualizado, la recuperación es posible.

En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías en Málaga, nuestro equipo de fisioterapia está preparado para ayudarte a moverte mejor, reducir el dolor y recuperar tu calidad de vida.

👉 Pide tu cita aquí en nuestro centro en Málaga y comienza hoy tu recuperación.

Después de unos merecidos días (o semanas) de descanso, toca volver a la rutina. El final del verano, el regreso a la oficina, la vuelta al entrenamiento… Todo se reactiva.

Pero con ese “volver a empezar”, también llegan sensaciones que a muchos nos resultan familiares: rigidez, molestias musculares, dolor en la zona lumbar, tensión en el cuello, pesadez en las piernas… ¿Te suena?

No estás solo. Cada año, en el Centro Médico Deportivo Pérez Frías vemos cómo septiembre se convierte en un mes de “reencuentros” no solo con la actividad, sino también con ciertos dolores. Pero no te preocupes: la clave está en entender qué le pasa al cuerpo y cómo puedes prevenirlo antes de que se convierta en un problema mayor.

¿Por qué duele al volver?

Durante el descanso vacacional, nuestro cuerpo se adapta a nuevas dinámicas. Dormimos más (o menos), nos movemos diferente, cambiamos nuestra alimentación, y, en general, bajamos el ritmo o lo cambiamos por completo. Esto no es malo, de hecho, es necesario para desconectar, pero el cuerpo, como una máquina bien afinada, nota cada cambio.

Y luego, de repente, ¡vuelta a la silla de oficina durante 8 horas! O, peor aún, intentamos retomar el entrenamiento donde lo dejamos, como si no hubieran pasado dos o tres meses. ¿Resultado? Sobreuso, tensiones musculares, inflamación, molestias articulares y una sensación general de “estar fuera de forma”.

Las molestias más comunes de septiembre

Cada persona es un mundo, pero hay ciertos síntomas que se repiten año tras año:

  • Dolor cervical y lumbar por malas posturas prolongadas al volver a trabajar frente al ordenador.
  • Tensión en la espalda y hombros, especialmente si usamos portátil sin una postura adecuada.
  • Molestias en las rodillas o tobillos al volver a correr o hacer deporte sin una readaptación progresiva.
  • Contracturas musculares por un exceso de entusiasmo en el gimnasio después de un parón.
  • Fatiga generalizada por el estrés de la vuelta combinada con la falta de movilidad o un sobreesfuerzo físico.

¿Cómo prevenir estos dolores?

La buena noticia es que estos síntomas, en su mayoría, se pueden prevenir. Aquí te dejamos algunos consejos prácticos que puedes empezar a aplicar desde hoy:

1. Escucha a tu cuerpo

Parece obvio, pero muchas veces ignoramos las señales. Si notas rigidez al despertarte, cansancio acumulado o dolores que no estaban antes, no lo pases por alto. Son avisos tempranos de que algo necesita atención.

2. Vuelve al ejercicio progresivamente

No intentes retomar tu rutina deportiva al 100% desde el primer día. La progresión es tu mejor aliada. Empieza con sesiones más suaves, trabaja la movilidad y la técnica antes de añadir intensidad o peso. El objetivo no es “recuperar el tiempo perdido”, sino adaptarte sin lesionarte.

3. Cuida tu postura en el trabajo

Si pasas muchas horas sentado, asegúrate de que tu silla de trabajo sea ergonómica: apoyo lumbar, pantalla a la altura de los ojos, pies apoyados, y pausas activas cada hora para estirar y moverte un poco.

4. Hidrátate y aliméntate bien

El cuerpo necesita nutrientes para rendir y recuperarse. Una buena hidratación y una alimentación equilibrada ayudan a reducir la inflamación y a mejorar la respuesta muscular.

5. Establece una rutina de descanso

El sueño es clave para la recuperación física y mental. Volver a una rutina de horarios también implica regular el descanso nocturno. Dormir mal puede incrementar la percepción del dolor y dificultar el rendimiento.

El papel de la fisioterapia: no esperes a sentir dolor intenso

Uno de los errores más comunes que vemos en consulta es esperar a que el dolor sea intenso o persistente para pedir ayuda. Pero la fisioterapia no es solo tratamiento, también es prevención.

Un fisioterapeuta puede ayudarte a:

  • Detectar desequilibrios musculares o malas posturas que podrían derivar en una lesión.
  • Diseñar un plan de readaptación física si has estado inactivo durante un tiempo.
  • Aplicar técnicas manuales o terapias específicas para aliviar tensiones y mejorar tu movilidad.
  • Aconsejarte sobre ejercicios preventivos y hábitos saludables adaptados a tu rutina.

Incluso una sola sesión de fisioterapia al comenzar septiembre, puede marcar la diferencia entre una vuelta cómoda o una vuelta dolorosa.

¿Cuándo es buena idea venir a consulta en Málaga?

Aquí te dejamos algunas señales que indican que podría ser útil acudir a fisioterapia:

  • Sientes un dolor recurrente al final del día, especialmente en espalda, cuello o piernas.
  • Has notado una disminución en tu rendimiento físico o falta de movilidad.
  • Estás empezando a entrenar de nuevo y quieres hacerlo con seguridad.
  • Tienes antecedentes de lesiones y no quieres que reaparezcan.
  • Estás pasando muchas horas sentado y comienzas a notar hormigueos o entumecimiento en alguna zona del cuerpo.

No hace falta “estar mal” para acudir a un fisioterapeuta. La fisioterapia preventiva puede ahorrarte semanas de dolor y ayudarte a disfrutar del proceso de volver a estar activo.

En resumen: adapta, escucha y cuida tu cuerpo

Volver a la rutina no tiene por qué ser sinónimo de molestias o frustración. Al contrario: puede ser una oportunidad para reconectar con tu cuerpo desde una perspectiva más consciente y cuidada.

Desde el Centro Médico Deportivo Pérez Frías en Málaga, te animamos a priorizar tu bienestar físico y a ver el regreso a la actividad como un proceso gradual, donde cada paso cuenta. Si necesitas orientación, revisión postural, tratamiento o simplemente quieres empezar septiembre con buen pie, estamos aquí para ayudarte.

Tu cuerpo te acompaña todos los días… ¿por qué no empezar a tratarlo como se merece?

Desde hace algunos años, el teletrabajo ha pasado de ser una alternativa puntual a convertirse en una forma habitual de trabajar para muchas personas. Y aunque trabajar desde casa tiene sus ventajas —comodidad, flexibilidad, ahorro de tiempo—, también ha traído consigo un nuevo enemigo silencioso: el dolor cervical.

¿Te suena esa sensación de rigidez en el cuello al final del día? ¿Dolor que se extiende a los hombros o incluso provoca dolores de cabeza? No estás solo/a. En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías en Málaga, cada vez recibimos más consultas relacionadas con cervicalgia asociada al trabajo frente al ordenador.

Por eso, queremos ayudarte a comprender qué la provoca, cómo evitarla y qué papel tienen la fisioterapia y el ejercicio terapéutico en tu recuperación y prevención.

¿Por qué duele el cuello cuando trabajamos desde casa?

La zona cervical es una estructura compleja que sostiene el peso de la cabeza (¡que puede llegar a pesar hasta 5 kg!) y permite movimientos como girar, inclinar o mantener la mirada fija.

Durante una jornada de teletrabajo, solemos adoptar posturas mantenidas y forzadas, como inclinar la cabeza hacia adelante o encorvar los hombros. Esto, sumado al uso prolongado del ordenador, el móvil o la tablet, puede causar:

  • Sobrecarga muscular en cuello y trapecios.
  • Rigidez en la musculatura profunda cervical.
  • Compresión articular y alteraciones posturales.
  • Dolor irradiado a la cabeza, espalda o brazos.

La falta de movimiento y el estrés también influyen. Y lo que comienza como una pequeña molestia, puede convertirse con el tiempo en un cuadro de dolor cervical crónico si no se actúa a tiempo.

El primer paso: un buen diagnóstico

No todos los dolores cervicales son iguales. Algunos se deben a contracturas musculares, otros a disfunciones articulares, e incluso hay casos en los que el problema se origina en la mandíbula, la vista o el sistema nervioso.

Por eso, en nuestro centro siempre insistimos en la importancia de un diagnóstico individualizado. Nuestros profesionales valoran tu postura, movilidad, historial clínico, nivel de estrés, ergonomía del puesto de trabajo y otros factores.

Este enfoque integral nos permite personalizar el tratamiento y evitar que el dolor cervical se cronifique o se trate de forma genérica.

El papel clave de la fisioterapia

Una vez detectado el origen del dolor, la fisioterapia se convierte en una aliada esencial. Pero lejos de limitarse a “quitar el dolor”, nuestro objetivo es ayudarte a:

  • Recuperar la movilidad cervical.
  • Reducir tensiones musculares mediante técnicas manuales o terapia miofascial.
  • Corregir desequilibrios posturales que mantienen el dolor.
  • Enseñarte ejercicios específicos que puedes realizar en casa o en el trabajo.
  • Reeducar tus gestos y hábitos diarios para evitar recaídas.

Además, empleamos herramientas avanzadas como la diatermia, la electroterapia o la readaptación funcional, en función de cada caso. Todo ello desde una mirada multidisciplinar y personalizada.

Muchos de estos abordajes forman parte de nuestra unidad de fisioterapia en Málaga, orientada tanto a deportistas como a personas que sufren dolor cervical por teletrabajo.

El ejercicio: prevención y solución en movimiento

El sedentarismo es uno de los grandes enemigos de la salud cervical. Muchas personas creen que lo mejor para aliviar el dolor es “no mover el cuello”, cuando en realidad la clave está en el movimiento controlado y guiado.

En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías diseñamos programas de ejercicio terapéutico personalizado para mejorar la salud cervical. Estos ejercicios ayudan a:

  • Fortalecer la musculatura estabilizadora del cuello, hombros y espalda.
  • Mejorar la postura general y el control motor.
  • Aumentar la flexibilidad de la columna cervical y torácica.
  • Disminuir el dolor y mejorar la tolerancia a las actividades cotidianas.
  • Prevenir recaídas en personas con antecedentes de cervicalgia.

Y no necesitas ser un atleta ni tener una hora al día libre. Muchos de estos ejercicios pueden integrarse en tu rutina diaria, incluso en pausas activas de solo 5-10 minutos.

Consejos prácticos para tu jornada de teletrabajo

Además del tratamiento profesional, hay muchas cosas que puedes hacer desde casa para evitar que el cuello se resienta. Aquí tienes algunos hábitos y ajustes sencillos que marcan la diferencia:

  1. Ergonomía en tu espacio de trabajo
    • Coloca la pantalla del ordenador a la altura de los ojos.
    • Mantén la espalda recta y los pies apoyados en el suelo.
    • Usa una silla con soporte lumbar y apoya los antebrazos en el escritorio.
    • Evita trabajar en el sofá o la cama.
  2. Pausas activas cada 45-60 minutos
    • Levántate, estira brazos y cuello, camina un poco.
    • Haz 3-4 movimientos suaves de rotación cervical y de hombros.
    • Intenta relajar la mandíbula y respirar profundamente.
  3. Evita el «cuello de texto»
    • No mantengas la cabeza inclinada hacia el móvil por tiempos prolongados.
    • Sube el dispositivo a la altura de los ojos siempre que puedas.
  4. Vigila tu estrés
    • El estrés aumenta la tensión muscular, especialmente en el cuello y hombros.
    • Técnicas como la respiración consciente o mindfulness pueden ayudarte a reducirlo.

Casos reales que vemos a diario

Muchos de nuestros pacientes llegan al centro tras meses teletrabajando con molestias cervicales que ya afectan su descanso, rendimiento e incluso su humor.

En la mayoría de los casos, una buena combinación de diagnóstico, fisioterapia específica y un plan de ejercicios progresivo logra resultados notables en pocas semanas.

Además, nuestro equipo de fisioterapeutas colabora con entrenadores personales, nutricionistas y psicólogos cuando es necesario, porque entendemos que el dolor no siempre es solo físico. La clave está en.

¿Y si empiezas hoy?

Cuidar tu salud cervical no tiene por qué ser complicado ni llevar horas al día. Basta con incorporar hábitos saludables, moverte de forma consciente y, cuando sea necesario, contar con el acompañamiento de profesionales.

En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías en Málaga, estamos aquí para ayudarte. Te ofrecemos una valoración individual, tratamiento fisioterapéutico avanzado y un plan de ejercicios adaptado a tu situación. Todo ello en un entorno cercano, profesional y con vocación de ayudarte a vivir sin dolor.

👉 Si trabajas desde casa y notas rigidez o dolor cervical, no esperes a que se convierta en un problema crónico. Pide tu cita de valoración y empieza a cuidar tu cuello hoy mismo.

El dolor lumbar crónico en Málaga es una de esas molestias que, aunque a veces intentamos ignorar, termina afectando a muchas áreas de nuestra vida: el descanso, el trabajo, las relaciones sociales e incluso nuestro estado de ánimo.

Si estás leyendo esto, probablemente tú o alguien cercano lidia a diario con ese incómodo dolor en la parte baja de la espalda. La buena noticia es que hay soluciones y hábitos que pueden marcar una gran diferencia. Y no, no se trata solo de “mantener la espalda recta”.

En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías, situado en Málaga, queremos compartir contigo algunos consejos posturales clave y, sobre todo, ayudarte a comprender cómo una combinación bien guiada de diagnóstico, fisioterapia y ejercicio puede cambiar tu calidad de vida.

¿Por qué duele la zona lumbar (dolor lumbar crónico)?

Antes de hablar de posturas o ejercicios, hay una pregunta esencial: ¿de dónde viene tu dolor? No todos los dolores lumbares tienen la misma causa y no todas las personas responden igual al mismo tratamiento.

Algunas molestias provienen de sobrecargas musculares, otras de hernias discales, problemas articulares o incluso de factores emocionales como el estrés o la ansiedad.

Por eso, el primer paso, y uno de los más importantes, es un diagnóstico correcto. En nuestro centro en Málaga, este proceso implica no solo la exploración médica, sino también una valoración muscular y articular, un análisis postural y entrevistas clínicas.

Identificar correctamente el origen del problema nos permite personalizar el tratamiento, evitando soluciones genéricas que muchas veces solo alivian el síntoma sin tratar la causa.

Fisioterapia especializada para el dolor lumbar crónico en Málaga

Una vez sabemos qué ocurre exactamente en tu zona lumbar, la fisioterapia juega un papel fundamental. Pero atención: no hablamos únicamente de aliviar el dolor con técnicas manuales.

En el tratamiento del dolor crónico lumbar, la fisioterapia se convierte en una herramienta de educación, movimiento y prevención.

En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías trabajamos contigo para:

  • Mejorar la movilidad de la columna.
  • Disminuir las tensiones musculares que contribuyen al dolor.
  • Corregir desequilibrios que afectan a tu postura.
  • Enseñarte a moverte de forma más eficiente en tu día a día.

Además, aplicamos tecnologías como la diatermia, la electroterapia o el biofeedback cuando es necesario, siempre adaptadas a tu diagnóstico y evolución.

Esto nos permite combinar el alivio del dolor con una mejora funcional que te ayude a prevenir recaídas.

El ejercicio terapéutico: tu aliado contra el dolor lumbar crónico

Aunque suene paradójico, moverse es una de las mejores recetas para el dolor lumbar crónico.
Por supuesto, no cualquier tipo de movimiento: hablamos de ejercicio terapéutico personalizado, supervisado por profesionales de la fisioterapia y el entrenamiento.

Muchas personas evitan moverse por miedo a lesionarse más, y eso puede empeorar la situación. En realidad, el ejercicio bien adaptado ayuda a:

  • Fortalecer la musculatura que estabiliza la columna (especialmente el core).
  • Mejorar la flexibilidad y la postura.
  • Disminuir el dolor y aumentar la tolerancia al movimiento.
  • Recuperar la confianza en el propio cuerpo.

En nuestro centro en Málaga, ofrecemos programas adaptados como Hybrid o sesiones individuales donde combinamos fuerza, control motor y técnicas posturales. El objetivo es que el ejercicio no sea una carga, sino parte natural de tu vida.

Consejos posturales prácticos para tu día a día

Aquí tienes hábitos que puedes incorporar para aliviar tu zona lumbar baja:

1. Al sentarte:

2. Al dormir:

  • Dormir de lado con almohada entre las rodillas.
  • Si duermes boca arriba, pon una almohada bajo las rodillas.
  • El colchón y la almohada deben adaptarse a tu cuerpo.

3. Al levantar peso:

  • Dobla las rodillas, no la espalda.
  • Mantén la carga cerca del cuerpo.
  • Evita giros bruscos durante la carga.

4. Al caminar o estar de pie:

  • Reparte el peso equitativamente entre ambos pies.
  • Activa suavemente el abdomen para proteger la zona lumbar.
  • Usa calzado cómodo; evita tacones altos por periodos prolongados.

Diagnóstico, fisioterapia y ejercicio: una alianza para tu bienestar

Sabemos que convivir con dolor lumbar crónico puede ser frustrante. Pero también sabemos, por nuestra experiencia diaria con pacientes en Málaga, que es posible mejorar, sentirse más libre y recuperar el ritmo de vida.
No se trata de soluciones mágicas, sino de un proceso integral donde el diagnóstico, la fisioterapia, el ejercicio y tus propios hábitos trabajan en el mismo equipo.

En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías, adoptamos un enfoque multidisciplinar que pone a la persona —no solo al dolor— en el centro. Desde el primer reconocimiento médico hasta las sesiones de recuperación funcional, nuestro objetivo es acompañarte con cercanía, profesionalidad y resultados.

No te resignes. Cada día es una oportunidad para moverte mejor, respirar más profundo y sentirte más fuerte.

En nuestro centro encontrarás un equipo especializado en dolor lumbar crónico, preparado para ayudarte a recuperar calidad de vida.

  • Centro Médico Deportivo Pérez‑Frías – Calle Curtidores 1, 29006 Málaga
  • Horario: lunes a viernes de 09:00 a 20:00
  • Teléfono: +34 951 10 67 35
  • Email: info@cmdperezfrias.com

En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías, cada vez atendemos a más personas con dolor en la mandíbula, tensión en el cuello, cefaleas y mareos sin causa aparente. En muchos casos, el origen está en un enemigo silencioso: el bruxismo. Pero ¿qué lo provoca y por qué afecta tanto al cuello?

En este artículo te explicamos qué es el bruxismo, cómo está relacionado con el estrés y por qué puede causar molestias cervicales. Además, te contamos cómo desde nuestra unidad de fisioterapia en Málaga abordamos estos síntomas de forma integral y personalizada.

¿Qué es el bruxismo?

El bruxismo es un hábito involuntario de apretar o rechinar los dientes, ya sea durante el día o mientras dormimos. Aunque durante años se consideró un problema dental, hoy se sabe que su origen es multifactorial, con un componente neuromuscular y emocional muy relevante.

Se distinguen dos tipos principales:

  • Bruxismo diurno: suele aparecer en momentos de estrés o concentración.
  • Bruxismo nocturno: ocurre mientras dormimos, generalmente sin darnos cuenta.

Ambos tipos generan tensión en los músculos de la cara, el cuello y la zona cervical, y ahí es donde la fisioterapia especializada en disfunciones temporomandibulares (ATM) cobra protagonismo.

¿Qué papel juega el estrés en el bruxismo?

El estrés es uno de los principales desencadenantes del bruxismo. Ante situaciones de tensión, el cuerpo reacciona con un aumento del tono muscular, especialmente en zonas como la mandíbula y el cuello. Si esta tensión se mantiene, aparece el bruxismo… y sus consecuencias.

Se forma un círculo vicioso:

Más estrés → Más tensión → Más bruxismo → Más dolor → Más estrés.

Además, el estrés puede generar contracturas, rigidez cervical y dolor crónico, incluso sin que se llegue a apretar los dientes de forma consciente.

¿Cómo afecta el bruxismo al cuello?

Aunque parece un problema localizado en la boca, el bruxismo repercute directamente en la zona cervical. Veamos cómo:

1. Tensión muscular en cadena

Los músculos de la masticación (maseteros, temporales) se sobrecargan y transmiten tensión a músculos del cuello como trapecios, esternocleidomastoideos y suboccipitales.

2. Cambios posturales

El bruxismo puede alterar la alineación entre el cráneo y la columna cervical, lo que provoca mala postura, cefaleas tensionales y molestias en cuello y espalda.

3. Disfunción de la ATM

La articulación temporomandibular (ATM) sufre directamente. Esto puede causar chasquidos al abrir la boca, mareos, dolor irradiado al cuello y limitación del movimiento mandibular.

4. Trastornos del sueño

El bruxismo nocturno reduce la calidad del sueño, lo que influye en la recuperación muscular y aumenta la sensibilidad al dolor durante el día.

¿Cómo tratamos el bruxismo desde la fisioterapia?

En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías en Málaga, abordamos el bruxismo con un enfoque global, personalizado y basado en la evidencia. Estas son las principales herramientas terapéuticas que utilizamos:

Valoración completa

Evaluamos no solo la mandíbula, sino también la postura, la columna cervical, el patrón respiratorio y el nivel de estrés, para encontrar el origen del problema.

Terapia manual

Aplicamos técnicas específicas en la musculatura masticatoria y cervical para relajar, descomprimir y restaurar el equilibrio funcional. Esto reduce el dolor y la tensión.

Reeducación postural

Muchos pacientes presentan una postura adelantada de la cabeza que agrava el problema. Con ejercicios específicos, trabajamos para recuperar una alineación saludable.

Ejercicios de control motor

Enseñamos al paciente a identificar y relajar la mandíbula y el cuello, evitando el apretamiento involuntario durante el día.

Técnicas de respiración y relajación

Incorporamos herramientas como respiración diafragmática, mindfulness y estiramientos suaves para reducir el estado de alerta y favorecer la recuperación.

Trabajo multidisciplinar

Colaboramos con odontólogos, psicólogos y médicos cuando el tratamiento requiere férulas de descarga, abordaje emocional o diagnóstico complementario.

¿Qué puedes hacer tú para prevenir el bruxismo?

Además del tratamiento con fisioterapia, puedes aplicar estos consejos en tu día a día:

  • Evita morder bolígrafos, hielo o uñas.
  • Cuida tu higiene del sueño: duerme bien y a horas regulares.
  • Relaja la mandíbula: recuerda mantener los dientes separados y la lengua en el paladar.
  • Gestiona el estrés con actividades relajantes como deporte suave, meditación o lectura.
  • Hidrátate y come bien: una buena nutrición ayuda al sistema muscular.
  • No ignores las molestias: si notas dolor o rigidez, actúa pronto.

En resumen: escucha a tu cuerpo y actúa

El bruxismo es mucho más que apretar los dientes. Es una señal de desequilibrio que puede estar relacionada con el estrés, la postura y la salud cervical. Cuando no se trata a tiempo, puede afectar seriamente a la calidad de vida.

En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías, contamos con fisioterapeutas expertos en bruxismo, ATM y dolor cervical en Málaga. Si sientes que este artículo describe lo que te ocurre, no lo dejes pasar. Cuanto antes empieces, mejor será la recuperación.