Dolor de rodilla en personas mayores: causas, tratamientos y cómo recuperar la calidad de vida
A medida que cumplimos años, es normal que nuestro cuerpo comience a enviarnos señales de desgaste. Una de las molestias más frecuentes en personas mayores es el dolor de rodilla, una dolencia que puede afectar profundamente la movilidad, la independencia y, en consecuencia, la calidad de vida.
Sin embargo, aunque sea común, el dolor de rodilla no tiene por qué convertirse en una condena inevitable. Con un diagnóstico adecuado, tratamiento fisioterapéutico personalizado y la práctica regular de ejercicio adaptado, es posible reducir el dolor, recuperar movilidad y vivir con mayor bienestar.
Desde el Centro Médico Deportivo Pérez Frías, en Málaga, queremos explicarte cuáles son las causas más habituales del dolor de rodilla en personas mayores, por qué se produce y cómo puede tratarse de manera efectiva.
Causas del dolor de rodilla en personas mayores
La rodilla es una de las articulaciones más complejas y utilizadas del cuerpo humano. Soporta gran parte del peso corporal y participa en movimientos básicos como caminar, subir escaleras, sentarse o levantarse.
Con el paso del tiempo, esta articulación puede empezar a mostrar signos de desgaste, especialmente si no ha recibido el cuidado adecuado a lo largo de los años.
A continuación, repasamos las causas más comunes del dolor de rodilla en personas mayores.
Artrosis o desgaste articular
Es la causa más frecuente de dolor de rodilla en la tercera edad. La artrosis consiste en un deterioro progresivo del cartílago que recubre los huesos de la articulación. Al desgastarse este cartílago, los huesos pueden rozar entre sí, provocando dolor, rigidez, chasquidos y limitación del movimiento.
Esta dolencia puede agravarse en personas con sobrepeso, inactividad prolongada o historial familiar de enfermedades articulares.
Artritis reumatoide
Se trata de una enfermedad autoinmune que afecta a la membrana sinovial de las articulaciones. En la rodilla, puede provocar inflamación, dolor persistente, calor local y deformidad si no se trata adecuadamente. A diferencia de la artrosis, suele afectar a ambas rodillas y a otras articulaciones de forma simultánea.
Lesiones internas: meniscos y ligamentos
A lo largo de los años, los tejidos blandos como meniscos o ligamentos pueden debilitarse, perdiendo elasticidad y capacidad de respuesta. Esto aumenta el riesgo de lesiones, incluso con movimientos simples. Una antigua lesión no tratada o una caída leve pueden derivar en dolor crónico si no se abordan de forma adecuada.
Bursitis
La bursitis es la inflamación de las bursas, pequeñas bolsas con líquido que reducen la fricción entre tendones, músculos y huesos. Puede producir dolor localizado, sobre todo al arrodillarse, caminar durante largos periodos o realizar movimientos repetitivos.
Desequilibrio muscular o pérdida de fuerza
En ocasiones, el problema no se origina en la articulación, sino en la musculatura que la rodea. La pérdida de fuerza en cuádriceps, glúteos o isquiotibiales, así como desequilibrios posturales, pueden sobrecargar la rodilla, alterando su biomecánica y generando dolor al moverse.
Cómo abordar el dolor de rodilla: el papel de la fisioterapia y el ejercicio
Muchas personas tienden a recurrir a soluciones rápidas como el reposo o los antiinflamatorios. Si bien estos pueden aliviar temporalmente los síntomas, no actúan sobre la raíz del problema. En este sentido, tanto la fisioterapia como el ejercicio terapéutico adaptado tienen un papel esencial en el tratamiento del dolor de rodilla en personas mayores.

Fisioterapia individualizada: aliviar, corregir y prevenir
En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías llevamos a cabo una valoración individualizada para cada paciente, atendiendo no solo al dolor, sino a su origen, evolución y características funcionales. El objetivo no es solo aliviar el dolor, sino también mejorar la movilidad, corregir patrones de movimiento y prevenir futuras recaídas.
Entre las técnicas que utilizamos se encuentran:
- Terapia manual para mejorar la movilidad articular, liberar tensiones y reducir la rigidez.
- Electroterapia y radiofrecuencia para disminuir la inflamación y aliviar el dolor.
- Estiramientos específicos para recuperar la elasticidad de los músculos implicados.
- Reeducación del movimiento para mejorar la forma de caminar, levantarse o agacharse sin forzar la articulación.
Todo tratamiento se personaliza en función del estado de la rodilla, el historial clínico y las necesidades del paciente.
Ejercicio terapéutico: moverse de forma segura
Uno de los grandes errores al experimentar dolor articular es evitar el movimiento. La inactividad puede empeorar la situación, provocando rigidez, pérdida de masa muscular y mayor sobrecarga en la articulación.
El ejercicio terapéutico adaptado no solo es seguro, sino que resulta fundamental para la recuperación. Entre sus beneficios destacan:
- Fortalece los músculos estabilizadores de la rodilla.
- Mejora el equilibrio, la coordinación y la seguridad al caminar.
- Aumenta la flexibilidad y la amplitud de movimiento.
- Estimula la lubricación natural de la articulación.
En nuestro centro, diseñamos planes de ejercicio individualizados que pueden incluir trabajo con bandas elásticas, bicicleta estática, ejercicios en el suelo o incluso actividad acuática, ideal por su bajo impacto articular.
La importancia de actuar a tiempo
Una de las ideas clave que queremos transmitir es que es posible vivir sin dolor si se actúa a tiempo. No es necesario esperar a que el dolor sea intenso o incapacitante para buscar ayuda. Cuanto antes se intervenga, mejores serán los resultados.
La fisioterapia no solo trata, también educa. Enseñamos a las personas mayores a escuchar su cuerpo, a corregir hábitos posturales y a adquirir herramientas para cuidar de sus articulaciones en el día a día. Recuperar la confianza en el propio cuerpo es parte esencial del proceso terapéutico.
Cuidar las rodillas es cuidar la autonomía
El dolor de rodilla puede convertirse en una barrera importante para mantener una vida activa e independiente.
Pero no tiene por qué ser así. Con un tratamiento fisioterapéutico adecuado y una rutina de ejercicios adaptados, muchas personas mayores vuelven a caminar sin molestias, a subir escaleras con seguridad y a recuperar actividades que creían perdidas.
En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías, trabajamos cada día para ofrecer un enfoque integral, humano y riguroso. Nuestro objetivo es acompañarte en el proceso de recuperación y ayudarte a mejorar tu calidad de vida sin recurrir a soluciones invasivas.
Si tú o un familiar estáis experimentando molestias en la rodilla, os animamos a consultar con nuestro equipo. El primer paso hacia una vida sin dolor comienza con una valoración profesional.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!