Nervio pudendo: el gran desconocido detrás de muchos dolores pélvicos
En ocasiones, el cuerpo nos envía señales difíciles de interpretar: molestias en la pelvis, dolor al sentarse, sensación de ardor o incluso alteraciones en la sensibilidad de la zona íntima. Muchos pacientes pasan meses —e incluso años— buscando respuestas sin saber que detrás de esos síntomas puede encontrarse un protagonista poco conocido pero muy importante: el nervio pudendo.
En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías queremos explicarte qué es este nervio, por qué puede irritarse o comprimirse y cómo la fisioterapia puede ayudarte con un abordaje conservador y no invasivo.
¿Qué es el nervio pudendo?
El nervio pudendo es un nervio mixto (motor y sensitivo) que nace en las raíces sacras (S2, S3 y S4). Recorre la pelvis hasta la zona perineal, inervando estructuras clave como el esfínter anal, los músculos del suelo pélvico y los genitales externos.
Gracias a él podemos controlar funciones básicas como la micción y la defecación, mantener relaciones sexuales sin dolor y percibir correctamente las sensaciones en la zona íntima. Cuando se irrita o se comprime, puede condicionar de forma importante la calidad de vida.
Compresión o irritación del nervio pudendo
La compresión del nervio pudendo (también llamada neuralgia pudenda) ocurre cuando este nervio se ve presionado en algún punto de su recorrido. Esto genera dolor, hormigueo, ardor o presión en la zona pélvica, perineal o genital.
Causas más frecuentes
- Sobrecarga muscular en suelo pélvico o glúteos.
- Cicatrices tras cirugías, partos o traumatismos.
- Permanecer mucho tiempo sentado, sobre todo en superficies duras (muy común en ciclistas o trabajos sedentarios).
- Alteraciones posturales que modifican la mecánica pélvica.
- Procesos inflamatorios o intervenciones ginecológicas/uroginecológicas.
Uno de los puntos más habituales de compresión es el canal de Alcock, un túnel anatómico donde el nervio puede quedar atrapado.
Síntomas más habituales
Los síntomas pueden variar según la persona y el grado de afectación, pero hay signos comunes que deben ponernos en alerta:
- Dolor o ardor en la zona perineal, anal, genital o pélvica.
- Molestias que empeoran al sentarse y mejoran al ponerse de pie o al tumbarse.
- Hormigueo, pinchazos o entumecimiento en la zona íntima.
- Dolor durante o después de las relaciones sexuales.
- Dificultad para mantener una postura prolongada.
- En algunos casos, alteraciones leves del control esfinteriano o sensación de cuerpo extraño en el recto o la vagina.
Este cuadro puede afectar tanto a hombres como a mujeres y, aunque no siempre se diagnostica a la primera, es importante saber que la neuralgia del nervio pudendo tiene tratamiento y no siempre requiere cirugía.
Tratamiento desde la fisioterapia
En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías apostamos por un abordaje integral y no invasivo que combina distintas técnicas. El objetivo es liberar al nervio de la presión, reducir la inflamación y devolver el equilibrio muscular y postural a la pelvis.
1. Valoración global
El primer paso es una exploración completa: postura, tono muscular, hábitos de movimiento, antecedentes de lesiones o cirugías e incluso factores emocionales como el estrés. Con esa información diseñamos un plan adaptado a cada paciente.
2. Terapia manual
Mediante técnicas de liberación miofascial, neurodinamia y movilizaciones suaves trabajamos sobre la musculatura del suelo pélvico, glúteos y zona lumbosacra. El objetivo es reducir la tensión y “dar espacio” al nervio, mejorando su función.

3. Radiofrecuencia no invasiva
La radiofrecuencia genera un efecto térmico y bioestimulante en los tejidos. En el caso del nervio pudendo ayuda a:
- Disminuir la inflamación.
- Relajar la musculatura que lo rodea.
- Favorecer la regeneración tisular.
- Aliviar el dolor de forma progresiva.
Es un procedimiento indoloro, no invasivo y compatible con otras técnicas fisioterapéuticas.
4. Ejercicio terapéutico y reeducación postural
El trabajo activo es clave. Enseñamos al paciente a recuperar fuerza y control del suelo pélvico sin sobrecargarlo, además de corregir patrones posturales y respiratorios que puedan estar contribuyendo a la compresión del nervio. Aprender a moverse, sentarse y respirar correctamente puede marcar una gran diferencia en la recuperación.
La importancia de la educación y el guiado
El tratamiento no solo consiste en aplicar técnicas. También es fundamental que el paciente entienda qué ocurre y aprenda a identificar qué actividades o posturas pueden agravar los síntomas. La información y el acompañamiento son parte esencial de la recuperación.
En nuestro centro dedicamos tiempo a explicar cada paso del proceso, porque creemos que la educación empodera y acelera la mejoría.
Conclusión: el nervio pudendo sí tiene solución
La neuralgia o compresión del nervio pudendo puede ser una causa oculta de dolor pélvico tanto en hombres como en mujeres. Aunque los síntomas son molestos, existen soluciones eficaces desde la fisioterapia, sin necesidad de recurrir a cirugías.
Gracias a un abordaje integral que combina terapia manual, radiofrecuencia, ejercicio terapéutico y reeducación postural, es posible recuperar la funcionalidad y mejorar la calidad de vida.
¿Notas dolor pélvico o perineal y no sabes por qué? En el Centro Médico Deportivo Pérez Frías contamos con fisioterapeutas especializados en suelo pélvico y neuralgia del nervio pudendo. Podemos ayudarte a identificar la causa y acompañarte en un proceso de recuperación eficaz y respetuoso con tu cuerpo.




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